La pérdida de audición sin tratar puede desembocar en aislamiento social
Se estima que un 35% de la población española experimenta un deterioro de su capacidad auditiva. A pesar de ello, y de la evidencia constatada de que los audífonos pueden ayudar mucho en el buen tratamiento de esta pérdida, las pruebas y revisiones auditivas son aún escasas, así como la cantidad de personas que se tratan el problema.
Y no hacerlo puede conllevar consecuencias muy negativas en otros ámbitos de nuestra salud. De acuerdo con datos de la 123ª Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología, la pérdida de audición no tratada correctamente puede aumentar significativamente la depresión y la ansiedad, así como empeorar el funcionamiento cognitivo.
Lucha solitaria
Muchas personas con problemas de audición luchan en silencio con sus dificultades auditivas, que son invisibles a los ojos del resto de la gente. Los afectados se esfuerzan de manera constante por mantenerse en contacto con el mundo que les rodea, y en muchos casos son reacios a buscar ayuda, como indican los investigadores. De hecho, la mayoría espera una media de 6 años para comenzar a buscar ayuda.
En un trabajo realizado en 2.304 personas con pérdida auditiva, los que no usaban audífonos tenían un 50% más de probabilidades de sufrir de tristeza o depresión que las personas que los llevaban. Además, los usuarios de audífonos se mostraron mucho más propensos a participar en actividades sociales con regularidad.
Ira, frustración, depresión y ansiedad son problemas comunes entre las personas que se encuentran con problemas de audición. Hacer que los afectados utilicen los audífonos puede ayudar, por lo tanto, a recuperar el control de su vida y lograr la estabilidad emocional e incluso mejorar el funcionamiento cognitivo.
Demencia
Un estudio publicado en la revista Archives of Neurology encontró que la pérdida auditiva también podría ser un factor de riesgo para desarrollar demencia. Los científicos que realizaron el estudio confirmaron que los años de pérdida sensorial hacen que los afectados sean más susceptibles a la demencia. Asimismo, el aislamiento social es otro factor de riesgo conocido en el desarrollo de demencia, y es algo que las personas con problemas de audición suelen sufrir.
Integración en lugares públicos
En los últimos años se han ido desarrollando aparatos para ayudar a que los espacios públicos también sean accesibles para personas con pérdida de audición, algo psicológicamente muy importante para los afectados. Se trata de sistemas de bucle magnético que hacen la comunicación más accesible a los usuarios de audífonos que tengan en sus aparatos un sistema de bobina telefónica. El bucle magnético trasmite el sonido directamente al audífono y permite reducir el ruido de fondo.
Fuente | APA