Misofonía: Cuando te desquician los demás con sus sonidos cotidianos
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No sé si os ha pasado alguna vez estar comiendo con alguien y sentir como se vuelve totalmente insoportable el ruido que hacen al masticar, o por ejemplo cuando alguien come un chicle, o incluso oír a alguien respirar mientras duerme. Aunque a todos nos puede pasar esto alguna vez (sobre todo si el que tenemos delante es de los que comen con la boca abierta), lo cierto es que hay gente que es incapaz de controlar la inquietud que estos sonidos les producen. Hoy vamos a hablaros de que les ocurre a estas personas.
¿Qué es la misofonía?
Misofonía (acuñado en 2001 por Pawel y Margaret Jastreboff) significa “miedo al sonido” y es una afectación que causa que el que la sufre no tenga tolerancia (o la tenga disminuida) a los sonidos cotidianos producidos por el cuerpo de otras personas o por sonidos producidos al utilizar ciertos objetos. Suele aparecer al final de la infancia o principio de la adolescencia. No ha sido hasta 2010 que se la ha reconocido como enfermedad. Existen dos tipos la misofonía a sonidos altos y la misofonía a sonidos bajos (también conocido como síndrome de sensibilidad selectiva al sonido).
Es específico y limitado a ciertos tipos de sonidos. Algunos de los sonidos que se incluyen en esta afectación son:
- Oír comer o masticar a otra persona, el toser de otras personas, el carraspeo de garganta, sorber de una cuchara, la respiración de otros, sonidos de olfateo (o cuando alguien tiene mocos), algunos sonidos repetitivos, etc…
- Roces de lápices o el clic repetitivo de un bolígrafo, gotas de agua al caer, el ruido del balanceo del pie de una persona nerviosa, las voces de los niños, el crujir de huesos, el ruido de los tacones al andar, el golpeteo de dedos en una mesa, etc…
Este tipo de sonidos desencadenan los siguientes síntomas:
- Aversión, odio, desagrado, ansiedad, irritabilidad, pánico, temor, agresividad hacia la fuente del sonido, evitación de la fuente del sonido, etc…
La misofonía se diferencia de la hiperacusia en que esta última no es específica a cierto tipo o grupo de sonidos. Muchos de los sonidos que se engloban como comunes en la misofonía están por debajo del sonido de una conversación normal situándose entre los 40 y 50 decibelios. La aversión a estos sonidos suele ser más intensa si estos son producidos por personas cercanas o familiares, en comparación con desconocidos.
¿Por qué ocurre?
Se especula que la anormalidad fisiológica que lo causa se sitúe en estructuras altas del sistema nervioso central. Se cree que se debe a una respuesta intensa y desproporcionada del sistema nervioso autónomo junto con el sistema límbico ante ciertos sonidos “normales” para el resto, además se da conjuntamente con una hiperactivación anormal del sistema auditivo.
No es una fobia ya que su origen NO es psicológico, sino neurológico aunque algunos postulan que su origen puede estar asociado a experiencias negativas.
¿Qué ocurre con estas personas?
Estas personas suelen ser tratadas de histéricas, irritables, exageradas y malhumoradas. En casos extremos estos ruidos son tan insoportables que la persona evita activamente cualquier cosa que pueda llevarla a ese sonido incluso aislándose de los demás. En casos menos graves el sujeto camufla los ruidos con música o otro sonido que lo enmascare, a veces incluso mimificando lo que oye con su propio sonido. En algunos casos, con el tiempo, esta situación hace que el problema de la persona se convierta en una obsesión llegando a anticipar y evitar todas aquellas situaciones relacionadas con los sonidos listados.
Al ser un fenómeno tan extraño, simplemente hablar del tema suele ayudar mucho a estas personas, otros tratamientos recomendados (no existe un tratamiento específico y efectivo) y que pueden ayudar son un correcto diagnóstico (con la Escala de activación Misophonia (MAS-1)), la terapia cognitivo-conductual o la terapia de reentrenamiento del tinnitus.
Fuente: Tinnitus and Hyperacusis Clinic, Salud Terapia, Muy Interesante, Wikipedia, Diario Femenino, Lógica Ecologica.
Imagen: Devianart.