Identificar a la gente por el aliento ya es posible
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Es evidente que allá donde vamos dejamos un pequeño rastro de nuestro ser (y por eso funcionan las pruebas de ADN para la búsqueda de criminales). Pero con “nuestro ser” no me refiero solo a células propias, sino también a aquellas bacterias que viven en simbiosis con nuestro cuerpo, y que se encuentran por todas partes. Digamos que estas bacterias serían como las migajas de pan que dejaban Hansel y Gretel en el cuento.
Pero… No solo dejamos rastros físicos sólidos, sino también gaseosos. O más bien, nuestro aliento deja ese rastro de “nube microbiana”, hasta tal punto de que es posible identificar a un ser humano tan solo por las bacterias exhaladas en el aliento.
El aliento y las bacterias que exhalamos nos delatan
El trabajo que ha demostrado esto, a cargo de James Meadow y sus colegas de la Universidad de Oregon, afirma que es posible detectar el microbioma humano en el aire alrededor de una persona. De hecho, con una sola muestra de esta “nube microbiana”, los investigadores consiguieron identificar a la mayoría de los ocupantes de una sala hasta cuatro horas después de que se hubiesen ido tan solo analizando las partículas suspendidas en el aire y la combinación bacteriana que cada uno poseemos.
Como ya os contamos en anteriores ocasiones, el aliento es cada vez más importante en medicina, llegando a darnos información sobre diversas infecciones o incluso detectando el cáncer de pulmón. Cada persona emite una nube microbiana única en su aliento, además de diversas partículas alrededor con información muy útil y con mucho potencial para el futuro si este tipo de test de popularizan en medicina. Esto ya se hipotetizaba anteriormente, pero ningún estudio había llegado al punto de demostrar que la nube de bacterias que emitimos en el aliento es detectable y puede identificarnos de forma totalmente individualizada.
¿Qué bacteria predomina en tu aliento?
Para demostrar esto, en el estudio participaron 11 individuos que entraron en una cámara estéril (donde se filtraba tanto el aire que entraba como el que salía), de manera que sus respectivos alientos fueran lo más puros posible en cuanto a bacterias exhaladas se refiere. y pudiendo atrapar a esas mismas bacterias en el aire. Además, se colocaron superficies petri en torno a los participantes para atrapar partículas sedimentaras. Posteriormente, se analizaron las muestras y se secuenció el ADN de los microorganismos presentes.
Tras cuatro horas, se habían analizado 14 millones de secuencias que representaban a miles de bacterias de diferentes tipos emitidas por los participantes. Según un análisis detallado, las muestras de cada uno de ellos eran estadísticamente diferentes e identificables, y en cada uno de ellos predominaba una bacteria diferente.
Los investigadores concluyen con la esperanza de que este hallazgo ayude a controlar mejor la propagación de enfermedades infecciosas en las ciudades, y por supuesto en el campo de la ciencia forense, como ya está establecido el ADN.
Vía | IFLS / EurekAlert!
Fuente | Peerj.