Tecnología

Trabajando en el CERN: No es un "adios", es un "hasta luego"

26 septiembre, 2015 18:02

Dicen que todo lo bueno se acaba en algun momento. No sé si será cierto siempre, pero en mi caso lo es: Se acabaron los 3 meses de beca en el CERN. No habrá más Trabajando en el CERN ni para vosotros ni para mi, de momento. Por es ahora el momento ideal para hacer un resumen y sacar conclusiones de lo que supone haber estado trabajando en el CERN tanto a nivel personal como a nivel profesional/académico. Antes de empezar, os puedo decir que el balance es claramente positivo y lo recomiendo a todo el que pueda.

La experiencia académica de estar trabajando en el CERN

Poder decir que uno ha estado trabajando en el CERN habla por si solo y es un punto muy importante a la hora de presentar un currículum. Pero trabajar en el CERN no es solo nombre, hay mucho más que no se ve y que hace que el nombre valga lo que vale. Lo más importante es que el CERN es un grupo selecto, no elitista sino selecto. Esto hace que todo el mundo allí se pregunte alguna vez si realmente está culificado para estar trabajando en el CERN e impone una exigencia muy alta.

Una exigencia que no existe de forma tangible por parte de ningun jefe. En el CERN uno esta motivado por el deseo de aportar y demostrar lo que uno vale, no hace falta un jefe cabron apretando tornillos… porque además eso en estos sitios sale peor. Esto hace que hasta en grupos como el que he tenido la suerte de vivir el ambiente sea distendido a la vez que eficiente y trabajador. Se respira responsabilidad y trabajo en una oficina donde la mayoría de conversaciones entre trabajadores acaban con una risa.

La experiencia personal y humana de estar trabajando en el CERN

Además de la importancia académica que tiene haber estado trabajando en el CERN, la experiencia personal es algo inestimable. El CERN cuenta con investigadores de todos los paises trabajando juntos codo con codo “acelerando la ciencia”. En mi grupo por ejemplo somos una mayoría de españoles y alemanes (aproximadamente mitad y mitad) con representación italiana, portuguesa y colaboraciones esporádicas con otros paises como Inglaterra, Eslovenia, Lituania… aquí no hay lugar para xenofobias ni estupiedeces.

En un ambiente como este uno aprende a tolerar las diferencias, aprovecharse para bien de las distintas culturas y sobre todo a presumir de lo propio como lo mejor sin para ello pisar o hacer de menos lo extranjero. Solo por este tipo de convivencia merece la pena haber estado trabajando en el CERN durante varios meses, fuera de casa y de la gente querida, pero rodeado de ciencia y mentes brillantes por donde quiera que uno vaya. La investigación y la ciencia rompe barreras y une culturas, es un hecho.

El futuro después de trabajar en el CERN

En contra de lo que mucha gente pueda pensar, conseguir un trabajo en el CERN no es llegar a la cumbre, sino comenzar la ascensión a una cima más que interesante de progreso y avance del conocimiento. Cuando uno está trabajando en el CERN se siente parte de algo muy grande y se siente, al menos en mi caso, muy a gusto. Es probable que el sueldo tenga mucho que ver para sentirse a gusto(el sueldo minimo en Suiza son más de 3000€) pero creo que hay mucho más que el dinero.

Lo que sí significa haber trabajado en el CERN es que, si quieres, las posibilidades de volver allí a trabajar haciendo un doctorado o incluso de conseguir una plaza fija son mucho más altas que antes. Y eso es algo que quiero aprovechar. Soy un amante incondicional de la ciencia en su forma más pura y del conocimiento por el mero hecho de saber más; así que si alguien me pregunta sobre dónde y cómo me veo en unos años, la respuesta está clara: Trabajando en el CERN.