Tecnología

¿Cómo reconoce nuestro cerebro a un "viejo conocido"?

10 octubre, 2015 21:02

Noticias relacionadas

Vas paseando por la calle, o te cruzas con alguien en cualquier establecimiento, y en tu cerebro aparece un estímulo que te indica que “te suena” esa cara. Empiezas a pensar y a buscar en ese gran almacén que es tu memoria, intentando vislumbrar cuándo y dónde has visto ese rostro… ¡Eureka! Ese rostro pertenece a un viejo conocido, en otras palabras, a un amigo que hace años que no veías pero que ha vuelto a presentarse en tu vida.

Ahora bien, ¿cómo es capaz el cerebro de reconectar la memoria para reconocer a un viejo conocido? Un equipo de investigadores liderados por la Universidad Johns Hopkins se hizo esa misma pregunta, y su trabajo se publicó hace un tiempo en la revista Neuron.

Tu cerebro y el “viejo conocido”

Según estos científicos, la respuesta estaría en el hipocampo, el área cerebral que se cree responsable de la memoria y que dedicaría una parte a la creación y procesamiento y ese reconocimiento específico de viejos conocidos. Como algunos podréis imaginar, el hallazgo podría ayudarnos a comprender mejor algunas enfermedades como la enfermedad de Alzheimer.

Durante algún tiempo los investigadores han teorizado acerca de la posibilidad de que este tipo de memoria estuviese en dos partes diferentes del hipocampo: El giro dentado y CA3. En un principio, se creía que el giro dentado era responsable de procesar cosas nuevas; mientras que el área CA3 se dedicaría a actualizar las diferentes experiencias.: El giro dentado no se dedicaria a reconocer al viejo amigo, pero CA3 sí, en teoría.

La hipótesis sería que CA3 tomarían información desde el giro dentado para actualizarla. Pero ahora sabemos que no solo hace esto, sino que además utiliza la nueva imagen de nuestro viejo conocido (al que hace años o décadas que no vemos) y la transforma en su rostro anterior, haciéndonos recordar la viva imagen del mismo individuo, pero mucho más joven.

Lejos de ser una contradicción, es una función que se hace de forma simultanea en nuestro cerebro: Actualizar la vieja información, a la vez que se reaviva la vieja, devolviéndola  a nuestra memoria actual:Cuánto has cambiado, antes tenías el pelo más largo

Empezando a comprender cómo funciona el aprendizaje y la memoria

Según los investigadores, el hallazgo podría ser un paso crucial para seguir comprendiendo el funcionamiento del aprendizaje y la memoria cerebral. Para ello, realizaron su trabajo en roedores. Implantaron una serie de electrodos en el hipocampo de ratas y las entrenaron para correr alrededor de una pista mientras las premiaban con virutas de chocolate.

Posteriormente, construyeron mapas de memoria en los cerebros de las ratas, ofreciéndoles diferentes texturas en el suelo de la pista (papel de lija, acolchado de alfombra, cinta adhesiva, goma…) para que cada una sintiera y oliera de forma diferente. También rodearon la pista con un telón negro, adjuntando diferentes objetos como cartones o tela de color.

Tras el paso de 10 días, cambiaron las cosas de orden: Giraron la pista en sentido antihorario mienras que la rotación de la cortina sí seguía el sentido de las agujas del reloj, consiguiendo así una alteración perceptiva en la mente de las ratas. La experiencia, tal como suena, parece bastante incómoda y desorientadora (a pesar de tratarse de cambios pequeños y sutiles).

Al posicionar de nuevo a las ratas, estas usaron el área CA3 para actualizar su memoria respecto al nuevo ambiente, pero a su vez, CA3 les hizo completar el patrón para que pudiesen reconocer que efectivamente se encontraban en el mismo lugar, pero que algunas cosas habían sido cambiadas de sitio.

Como podemos ver, CA3 podría tener mucho que decirnos en algunos tipos de demencia (donde destaca el Alzheimer), algo que los investigadores no quieren exagerar pero que opinan que debería tenerse muy en cuenta para preservar la memoria durante el envejecimiento normal, o en el patológico.

Vía | CBS.