El curioso caso del Sudoku que producía convulsiones
Disponemos de infinidad de recursos para pasar el tiempo libre; un libro, una videoconsola, nuestro mp3. Otras personas se decantan más por los puzzles, juegos de adivinanzas y acertijos que en formato papel se vuelven una excelente opción a la hora de llenar horas muertas.
Y claro está, que todas estas últimas decisiones son totalmente sanas, y favorecen positivamente nuestra capacidad cognitiva y nuestra memoria. O eso creíamos. Pues un equipo de médicos de la Universidad de Munich han registrado el inusual caso de un chico de 25 años que sufrió ataques epilépticos mientras trataba de resolver un Sudoku.
Un puzzle a resolver
Tras leer esta noticia, me detuve con cuidado a releer los detalles porque no llegaba a comprender como un puzzle en un trozo de papel era capaz de originar convulsiones en una persona sana de mediana edad. Pero claro, me encontré con una información que parecía encajar las primeras piezas de nuestro puzzle: Durante unas vacaciones, el joven tuvo un accidente haciendo skí y su cerebro se privó de oxígeno durante al menos 15 minutos, que le produjo momentos después del trauma dificultades al hablar y caminar.
Cuándo este joven semanas más tarde estaba intentando resolver un Sudoku, sufrió una serie de convulsiones en su brazo izquierdo, que le llevaron a realizar movimientos extraños, que parecían ser totalmente diferentes a los espasmos producidos por la rigidez de los músculos y le llevaron a perder la conciencia.
En cuanto paró de resolver el Sudoku sus convulsiones cesaron. Pero esto no quedó aquí, pues el paciente experimentó convulsiones similares al realizar otras tareas visio-espaciales, como fue la de clasificar números aleatorios en orden ascendente.
Nuestro cerebro contra el mundo
Para comprender mejor el asunto, el grupo médico realizó una imagen de resonancia magnética al paciente mientras resolvía un Sudoku para comprobar qué causaba las convulsiones. Encontraron que los niveles de actividad cerebral en la corteza parietal central derecha (área del cerebro encargada de procesar la información visio-espacial) eran enormes.
Posteriormente, realizaron una imagen por difusión de tensores, descubriendo que la verdadera causa era una pérdida total de un grupo de fibras inhibitorias para la misma parte del cerebro, explicando este aumento de actividad.
Este es un caso único de epilepsia refleja, caracterizado por convulsiones inducidas por estímulos externos. Hasta el momento se conocían casos de epilepsia producidos por estímulos fotosensitivos, en los que el factor desencadenante de la convulsión era una luz intermitente. Sin embargo, cada vez aparecen casos más peculiares, registrándose situaciones en las que las convulsiones se producen por leer, tocar, o tomar un baño caliente.
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