Se duplica el consumo de marihuana desde 2001
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Dos cifras siempre vienen mejor juntas. El promedio de adultos que duplicaron su consumo de marihuana de año a año entre 2001 y 2013 casi alcanzó el 10% en los Estados Unidos. De la mano del consumo de la marihuana, y al igual que con el consumo de otras sustancias como el alcohol, nos encontramos que el riesgo de padecer alguna enfermedad o trastorno debido al consumo de estupefacientes se encuentra en el 30%.
El artículo, publicado en JAMA Psychiatry y dirigido por Bridget F. Grant, del National Institute on Alcohol Abuse and Alcholism en Rocville registró este considerable aumento entre 2001 y 2013 que hasta el momento, parece haberse estabilizado.
3 de cada 10 americanos fueron diagnosticados de trastornos por consumo de marihuana
Este aumento se debe en gran medida a los cambios en la legislación que han permitido que 23 estados permitan el consumo de marihuana para fines terapéuticos y que 4 la legalicen. A esto tenemos que añadirle el cambio de actitud por parte de la sociedad, que acaba con el consumo de esta sustancia a edades más tempranas de lo habitual.
Por su parte, el riesgo de sufrir algún trastorno asociado al consumo de marihuana ha reducido sus cifras del 35.6 al 30.5%. Pero ojo, esta reducción no es significativa si nos encontramos una sociedad cada vez con más individuos en vías de consumir marihuana y poder llegar a ser adictos a la misma.
Pero, ¿son tan graves estos trastornos? ¿qué ocurre realmente como consecuencia del consumo de marihuana?
Marihuana y cerebro
Antes que nada, debemos de aclarar que entre el amplio público que consume marihuana podemos encontrarnos a aquellos que lo hacen de forma casual y poco frecuente, y al gran grupo que la consume de forma crónica. Estos últimos se enfrentan a una amenaza real, pues como hablábamos en este artículo, el consumo de marihuana de forma crónica repercute negativamente en diferentes áreas del cerebro pudiendo afectar nuestra coordinación y aprendizaje.
El éxito de la marihuana se lo lleva el THC, una molécula que al ingresar en nuestro organismo envía al sistema nervioso una señal de gratificación, lo que coloquialmente llamaríamos ‘estar colocados’. Esta respuesta se produce gracias al aumento de la síntesis de dopamina, hormona estrechamente relacionada con el sistema de recompensas.
Pero a la vez de la euforia, nuestro cuerpo experimenta otras sensaciones, como la de sentirnos relajados y considerablemente más atentos o perceptivos a los colores o las luces. Pero ojo, su consumo, también dispara respuestas como depresión, sueño, ansiedad, desconfianza y pánico.
Y todo ello hablando a corto plazo. Cuándo hablamos de adicción nos encontramos con cambios significativos en el tamaño de la corteza orbitofrontal, área del cerebro encargada del procesamiento de emociones y ambiciones.
En definitiva, la marihuana es un producto en aguas de nadie, pues en varios países es legal, y en algunos otros se está en vías de legalizarla o es ilegal. Ha demostrado excelentes resultados combatiendo numerosas enfermedades pero eso sí, administrándose tras retirarle los psicoactivos.
Fuente | Marihuana cifras | Efectos