Encuentran el gen responsable de reparar daños cerebrales
Científicos norteamericanos han identificado el componente básico para reparar daños cerebrales.
2 noviembre, 2015 13:04Noticias relacionadas
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Científicos norteamericanos han identificado el componente básico para reparar daños cerebrales.
Cuando una persona sufre un infarto, partes de su cerebro pueden sufrir cortos periodos de falta de oxígeno, lo que se traduce en la muerte de millones de neuronas. Esta es la denominada hipoxia cerebral, y es una condición de puede producir desde el coma o la muerte, y sus efectos son prácticamente irreversibles.
Sin embargo, y a pesar de lo que muchos piensan, las neuronas sí que tienen la capacidad de regenerarse. Aunque este proceso es muy lento, podríamos estar cerca de acelerarlo gracias a este descubrimiento.
Se acerca la posibilidad de reparar daños cerebrales
Investigadores del National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS) en EEUU, han encontrado un gen llamado Growth Differentiation Factor 10 (GDF10), el cual puede controlar el crecimiento y la elongación de nuevos axones neuronales, aquí el artículo publicado en Nature Neuroscience. En concreto, y según apuntan los resultados de sus experimentos, la introducción artificial de GDF10 podría desencadenar una mayor regeneración neuronal.
El potencial médico de este procedimiento puede ser muy importante, pero bombardear al cerebro con GDF10 para regenerar neuronas, no es tan fácil como en un principio podría parecer. Pues uno de los mayores impedimentos para desarrollar terapias basadas en genes como este, es el robusto control que nuestro propio cuerpo ejerce entre cerebro y la sangre que circula por nuestro organismo. De hecho, engañar a esa barrera es uno de los mayores desafíos de la medicina moderna en la actualidad.
Por desgracia, probar que una terapia funciona es muy diferente a tener una terapia lista para aplicar. Obviamente, este hallazgo también supone un paso más en el esfuerzo por paliar los efectos de enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer. Podemos diseñar genéticamente a un roedor, pero necesitamos soluciones mucho menos invasivas y sofisticadas para influir en la genética de los seres humanos.
Vía | ExtremeTech | Nature Neuroscience