¿Por qué nos salen manchas en la piel?
La piel juega un papel fundamental en nuestro cuerpo. Es el escudo permanente que nos protege continuamente de microorganismos y sustancias nocivas que podrían ser perjudiciales para el organismo. También es considerada como una carta de presentación, una delatora de la edad y los rasgos genéticos, pero sobre todo de nuestro estado de salud. Es como si la piel reflejase todo aquello que está ocurriendo en el interior del cuerpo, y tratase de transmitirlo con anuncios de diferentes formas que podemos apreciar. En este artículo descifraremos el mensaje oculto tras esas manchas oscuras que aparecen en la piel.
La piel, un tejido a todo color
Cada color de piel es único. Se trata de un factor de herencia poligénica, es decir, que viene determinado por las modificaciones en más de un gen y que además están influenciadas por el ambiente, dando lugar a un sinnúmero de combinaciones de tonalidad exclusivas, que se hallan en continua variación. La tonalidad dependerá por tanto de la cantidad de melanina producida por un individuo en concreto. Esta melanina es un pigmento natural encargado de aportar el color a la epidermis (la capa más externa de la piel). Lo encontramos en mayores cantidades en las personas que son más morenas, y en menor proporción en las más pálidas.Existen diferentes anomalías con respecto a este pigmento. Hay ocasiones en las que su concentración es demasiado elevada y otras en las que se encuentra prácticamente ausente. En el caso de la hiperpigmentación (acumulación excesiva de melanina), el resultado son esas antiestéticas manchas de color marrón café que aparecen como por arte de magia.
No es tu culpa; son el sol, los genes y las hormonas
No obstante, la presencia de estas manchas no es pura casualidad. Hay ciertos factores implicados en el proceso de hiperpigmentación, entre los que destaca el de la luz solar. Cuando nos exponemos a la luz del sol, nuestra piel se torna más oscura o se formarán manchas en la piel. Lo que ocurre es que las células de la epidermis se oxidan debido a la radiación UVA, y los queratinocitos (encargados de conducir la melanina hasta la superficie) trabajan más rápidamente, oscureciendo de manera visible el color del cuerpo. Al tomar el sol de manera regular, no sólo aumenta la velocidad de transporte de la melanina, sino que también se produce una mayor cantidad del pigmento en las células internas.
Si utilizamos una crema de protección solar de un factor adecuado, conseguiremos filtrar esta radiación nociva y así obtener un bonito bronceado californiano, gracias al proceso de oxidación de la dermis. El problema surge cuando nuestra piel presenta genéticamente cierta predisposición a la aparición de manchas en la piel oscuras. Esta irregularidad recibe el nombre de melasma cuando se localiza en la zona del rostro, y es más frecuente en mujeres, ya que tienen niveles más altos de estrógeno (hormona que también favorece la producción de melanina). Por ello, algunas embarazadas y mujeres que toman píldoras anticonceptivas presentan manchas en la cara.
Otros agentes influyentes en la hiperpigmentación de la piel son los procesos inflamatorios (como es el caso del acné o de la dermatitis), que generan marcas y cicatrices que pueden evolucionar a manchas de mayor tamaño. Pero en general el fotoenvejecimiento es el responsable de estas molestas manchas, que surgen sobre todo en las áreas que están más expuestas al sol, acompañadas de otras consecuencias como arrugas y sequedad cutánea.
Prevención: el mejor tratamiento
Afortunadamente, desde hace varias décadas disponemos en el mercado de una amplia gama de productos destinados a la desaparición de melasmas, que han demostrado ser efectivos en la mayoría de los casos. Suelen presentarse en formato de crema, cuyo principio activo a menudo es el mismo: la hidroquinona.
Esta sustancia producida naturalmente por algunas plantas e insectos interrumpe el proceso de producción de color al inhibir la enzima tirosinasa (vital para crear melanina), y eliminar las células que han sido manchadas. Su poder aclarante es aprovechado además en otros campos, como por ejemplo en el revelado de fotografía.
En todo caso, y de acuerdo con el dicho popular, “más vale prevenir que curar”. Debemos entender la importancia de protegernos de los peligros que afecten a la piel, en especial de la radiación solar. Con ello no sólo lograremos que nuestra piel luzca visiblemente más bonita, sino que estaremos construyendo un “escudo” más fuerte, capaz de protegernos de daños y enfermedades en el futuro.
Fuente | IJMS