Este es el rover europeo que visitará Marte en 2019
ExoMars, el rover marciano de la ESA, ya ha pasado las primeras pruebas de cara al lanzamiento en 2019 y la llegada a Marte en 2019.
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El ExoMars, el rover marciano de la ESA, ha vuelto a dar señales de vida con unas pruebas en las que podemos ver su aspecto.
EEUU tiene la exclusiva de los rovers en Marte, pero eso terminará pronto, cuando en 2016 el proyecto ExoMars envíe un satélite que será acompañado dos años después por dos rover.
Uno de estos exploradores robóticos será pequeño, pero el otro tendrá un peso de 270 kg con todo tipo de instrumentos a bordo para capturar importantes datos sobre la atmósfera y el suelo marciano. Aunque no podrá acercarse a las zonas en las que podría haber agua, sigue siendo una misión vital para la agencia espacial europea que se pondrá a la altura de la NASA en la exploración del planeta rojo.
El rover marciano de la ESA pasa duras pruebas
Como se espera que el lanzamiento del ExoMars se produzca en 2018 para un aterrizaje en 2019, los científicos de la ESA ya están haciendo pruebas con modelos reales para calibrar y encontrar posibles fallos antes de que sea demasiado tarde. Estas pruebas se han realizado en un campo abierto en Francia, con una versión a escala del rover, la mitad de grande que el original, pero este contaba con los mismos sistemas de cámaras y sensores.
El objetivo de las pruebas era comprobar el control remoto del rover, así que los técnicos tuvieron que enviar órdenes desde un centro en los Países Bajos, a mil kilómetros de distancia, y sólo pudieron usar los datos y las imágenes que les enviaba el rover; además sólo podían comunicarse con el rover una vez cada hora, para simular la situación real en la que la comunicación con Marte sólo es posible dos veces al día (al menos hasta que se implementen nuevas antenas que permiten la comunicación durante más horas).
Los resultados de las pruebas fueron relativamente positivos. De los cinco ensayos, cuatro tuvieron éxito pero uno falló. El descenso de la rampa desde el módulo de aterrizaje hasta el suelo era demasiado empinado y el rover empezó a volcar; en la vida real ese hubiera sido el fin de la misión, lo que demuestra lo complicado de la misión.
Fuente | ESA