Eyeball tattoos: La peligrosa moda de los tatuajes en el globo ocular
Los eyeball tattoos
El fenómeno de los eyeball tatoos lleva bastante tiempo expandiéndose, aunque ha sido recientemente cuando ha llegado a su máxima popularidad, especialmente desde que a principios de este año se viese en todos los medios representado por Jason Barnum, un preso norteamericano que, a través de esta técnica, tenía uno de sus ojos teñido completamente de negro, para acompañar la calavera que cubría el resto de su cara.
El método consiste en inyectar el pigmento justo debajo de la membrana conjuntiva, que cubre el ojo . Hasta aquí es fácil suponer lo peligroso de introducir este tipo de sustancia en una zona tan delicada como el ojo y por eso la Asociación Americana de Optometría se ha encargado de difundir los posibles efectos que esta intervención puede acarrear a la salud de quién se lo haga, tales como infección, inflamación o incluso una pérdida de visión que podría desembocar en ceguera total.
También lo ha advertido el propio creador de la técnica, un tatuador australiano llamado Luna Cobra, que ha afirmado que es un proceso muy delicado que ha ido evolucionando desde que él lo comenzó y en el que se deben medir con mucha precisión tanto la cantidad de tinta utilizada como la profundidad del pinchazo.
Sin embargo, por otro lado, el presidente del Contact Lens and Cornea Council de Estados Unidos, Jeffrey Walline, aconseja que hasta que las garantías no sean suficientes no debería practicarse este tipo de tatuaje.
Es por todo esto que incluso se han llegado a prohibir los eyeball tattoos en algunos estados de EEUU.
Prohibido o no, está más que claro y demostrado lo peligroso de estos tipos de tatuajes y, si lo pensamos bien, encontrar una pareja que se llame como tu ex pareja para reciclar aquel tatuaje fruto de un arrebato de pasión puede conseguirse, pero recuperar la visión es bastante más complicado.
Fuente: La Vanguardia
Imagen: Pixabay