Tras la primera pistola impresa en 3D, ahora puedes imprimir en 3D tu propio revólver personalizado.

Hace varios meses nos hacíamos eco en Omicrono de la primera pistola impresa en 3D, la conocida como Liberator. Desde entonces, y pese a los esfuerzos de la mayoría de medios por amainar las aguas, aficionados a las armas de fuego de todo el mundo no han parado de esforzarse en tratar de mejorar el diseño y rendimiento de un arma de fuego que cualquier puede fabricarse en un momento.

En este caso hablamos de la PM522 Washbear, un revólver personalizado con un toque ciberpunk y tu propio nombre tallado.

El lado oscuro de la impresión 3D

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Muchos de los grandes avances tecnológicos han llegado hacerse realidad gracias a propósitos militares, eso es tan triste como cierto. Sin embargo, más triste es el caso en el que una tecnología pensada para el desarrollo humano, tal y como la pensó su creador Charles W. Hull, se torna amenazante para el propio ser humano. Este es el caso de las armas impresas en 3D, como Liberator o el PM522 Washbear.

PM522 Washbear es el nombre de un revólver impreso en 3D capaz de disparar munición de rifle largo del calibre 22, comúnmente usada en tiro deportivo. Todas y cada una de las partes de este arma de fuego está impresa en 3D, a excepción de 3: las bandas elásticas, el percutor y una serie de bandas metálicas insertadas en el mango a conciencia, acorde a la legalidad, para no pasar desapercibida por los detectores de metales. La Washbear tiene un tambor con capacidad para 8 disparos, y como medida de seguridad, en posición de descanso el percutor se mantiene entre dos de los cilindros del tambor…

Pero no es la única arma de fuego que podemos imprimir a día de hoy. En octubre del año pasado un japonés era arrestado por imprimir su propio diseño, noticia que sirvió de inspiración para otros aficionados que empezaron a imprimir sus propios diseños de armas de fuego. El responsable de la Washbear, James R. Patrick, se ha basado en el diseño original de la conocida pistola de disparo único Liberator, que removió Internet de arriba a abajo por el peligro que supone que cualquier persona pueda construir su propia arma de fuego.

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Parece que en muchos lugares empiezan a tomar verdadera consciencia de la situación, tal es el caso de países como Australia, cuyo estado más importante acaba de prohibir la tenencia de planos para impresión 3D de pistolas y otro material militar. Desde Omicrono, os advertimos del peligro que reside en las armas impresas en 3D, y os recordamos que ningún tipo de arma es un juguete. Para muestra, la imagen superior.

Vía | Popular Science