La historia de la sonda perdida en el espacio que llegó a Venus
La agencia espacial japonesa, JAXA, ha conseguido que su sonda Akatsuki orbite Venus, después de cinco años en las que se le dio por perdida.
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Bonita historia la de Akatsuki, una sonda que ha conseguido llegar a Venus después de cinco años en los que ha sido considerada “perdida”.
Imagina la situación: gastas años de tu vida y cantidades absurdas de dinero en fabricar una sonda y mandarla a Venus, y en el momento crítico una válvula de los motores falla y la sonda pierde la órbita, acabando en mitad del espacio.
Es lo que le pasó a JAXA, la agencia espacial japonesa que lanzó la Akatsuki en 2010. Tal vez cualquier otro hubiera tirado la mesa y hubiera empezado de nuevo, pero en la exploración espacial no se permiten esos lujos: hay que sacar lo que sea de cualquier situación por mala que parezca.
Akatsuki consigue finalmente llegar a Venus
Entonces empezó un plan a largo plazo, cinco años de paciencia esperando al punto justo en el que los responsables encenderían los motores el tiempo exacto para conseguir entrar en la órbita de Venus. Hoy han podido anunciar orgullosos que lo han conseguido.
Quitando el problema de la válvula, la misión fue “perfecta”, dice Masato Nakamura de JAXA, y no es para menos. Todo tenía que ser calculado a la perfección para que la sonda entrase en una órbita elíptica alrededor de Venus, entre 300 y 80.000 kilómetros de distancia del planeta; no es la órbita ideada originalmente, pero será suficiente para estudiar la atmósfera y explorar la superficie usando luz infrarroja.
Fuente | National Geographic