Star Wars Episodio VII: Mi viaje personal
Una generación entera ha crecido con Star Wars. Tras las precuelas, la espera al estreno de El Despertar de la Fuerza tiene un sabor a vuelta a casa.
18 diciembre, 2015 21:49Noticias relacionadas
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No recuerdo cuándo fue la primera vez que vi Star Wars.
Muchos de los que nacimos en la primera mitad de los ochenta, en mi caso un poco después del estreno de El Retorno del Jedi, tenemos una infancia llena de muñecos de Darth Vader, Chewbacca, y réplicas del Halcón Milenario.
Una época más simple, sin preocupaciones absurdas como tener que pagar el alquiler a final de mes, ni ese instinto primario que nos impulsa a tratar de reproducirnos de vez en cuando. Unas películas sencillas para tiempos más civilizados, que diría Obi-wan Kenobi.
Antes de estos oscuros tiempos…
Apagar las luces y ver en la pantalla las palabras “hace mucho, en una galaxia muy muy lejana” es, en gran medida, volver a tener siete años de nuevo durante durante las dos horas que dura cada entrega. Dos horas en las que la única preocupación real es derrotar al Imperio.
La razón por la que un día decidí estudiar guión es, posiblemente, bastante compleja. Los hermanos Coen, Tarantino y Woody Allen seguramente me dieran el último empujón, y mi gusto por contar historias posiblemente lo descubriera durante la adolescencia gracias a Tolkien y el largo paseo de Frodo y Sam.
¿Por qué un día decidí contar historias?
Pero antes de eso se sembró una semilla, muy posiblemente durante una de las diez mil veces que vi la saga de pequeño, quizá mientras Luke y Vader se batían en duelo en las alturas de Ciudad Nube, antes de la gran revelación. Joder, yo quería contar algo así. Y me resulta imposible negar que en la novela que estoy escribiendo hay mucho de lo que le pasó al mismo George Lucas, que escribió Star Wars por no poder hacer una película de Flash Gordon.
Han pasado tres años desde que Disney anunció la adquisición de LucasFilm y sus planes para realizar nuevas cintas de Star Wars. Mi primera reacción fue de sorpresa -no esperaba ver nuevas películas de la saga tras la Venganza de los Sith- y también algo de cautela. Sin embargo no soy de los que creen que unas malas entregas arruinen sagas. Mirad las secuelas de Tiburón, abominables, y la original sigue siendo una maravilla. Si las nuevas películas son malas no pierdes nada, pero ¿y si son buenas?
JJ Abrams: Bajón y subidón
Cuando colaboraba con Crisol Tuà en el Què feu que no dormiu? de la Cadena SER solía bromear porque el nombre de JJ Abrams salía cada semana vinculado a algún proyecto, proyectos que normalmente no acababan bien Mi apuesta personal para dirigir la nuevas entregas de Star Wars era Joss Whedon -quien haya visto Firefly sabrá por qué-.
Cuando se anunció que Abrams sería quien dirigiría el cotarro me llevé un jarrazo de agua fría. Me tocó ir al pase de prensa de Star Trek en la oscuridad fui con los cuchillos preparados para descuartizarla. A los veinte minutos de película JJ me había ganado. Me lo estaba pasando como un enano y, JJ, ponía el futuro de Star Wars en tus gafas y brillos en la lente.
Una vuelta a casa
Pero hay algo más que está desbocando el hype por El despertar de la Fuerza, algo que se dejó ver desde el primer teaser que vimos hace un año. No encontraréis aquí una crítica a las precuelas porque con todos sus defectos son cintas muy disfrutables, pero sin embargo sí que tienen un espíritu y una estética que se alejan un tanto de la trilogía original. Personajes distintos, naves distintas, un conflicto distinto.
El el primer teaser volvimos a ver X-Wings y TIE-Fighters, y volvíamos a ver al eterno Halcón Milenario. De todo aquello se desprendía una sensación de vuelta a casa, una vuelta treinta años después. El mismo Han Solo lo verbalizaba al final del segundo trailer.
Las luces se apagan y arranca John Williams
Y eso es lo que hace especial el estreno de El Despertar de la Fuerza. Se apagan las luces, la pantalla reza “Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana”. El logo de Star Wars llena la pantalla y la sala aplaude, unos cuantos flashes saltan.
Unas letras flotan por el espacio
“Episodio VII
El despertar de la fuerzaLuke Skywalker…”
Es la sesión de las 0.00. Mañana me tengo que despertar a las 7.30 para juntar letras en El Androide Libre, estaré muerto de sueño. Pero me da igual, al fin y al cabo vuelvo a tener siete años. Por primera vez.
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