Extraer ADN en tu cocina es tan fácil que hasta tu hijo lo puede hacer
Siempre procuramos centrarnos en la actualidad y traeros las últimas noticias en el ámbito de la ciencia, aquellas que empujan la frontera del conocimiento un poco más allá. Sin embargo siempre nos ha gustado mantener los pies en la Tierra y no olvidarnos de los más pequeños de la casa, los que el día de mañana empujarán la frontera del conocimiento aún más allá. Por eso hoy traemos un divertido experimento para que los niños y niñas de la casa aprendan a extraer el ADN de seres vivos.
Qué es el ADN de una célula
Creo que los más procedente en este caso en empezar explicando a los mayores qué es el ADN, para evitar que se nos despiste alguno. El ADN o ácido desoxiribonucleico (esta palabra está bien para asustar un poco a los niños) es la combinación de una serie de compuestos químicos que transportan la carga genética de una célula y proporcionan información sobre cómo es y cómo se debe desarrollar. Pero claro, algo así contado a un niño da miedo y querrán extraer ADN nunca más, así que adornarlo.
Para un niño puede servir con la explicación de que el ADN es algo así como un libro de intrucciones, un manual, que cuando se analiza correctamente permite saber las características presentes y futuras de un individuo, así como identificarlo de forma inequévoca. Poner el ejemplo de que es lo que utilizan en series policiacas para pillar a los malos puede ser también un buen incentivo para picar su curiosidad por extraer ADN de un ser vivo, como por ejemplo el Brecol.
Cómo extraer ADN del brecol
Hemos escogido el brecol porque, además de ser junto al tomante uno de los ejemplos típicos, a pocos niños les gusta el brecol (por desgracia) y siempre da gusto triturar a “tu mayor enemigo comestible”. Los materiales necesarios son de uso cotidiano y poco peligrosos, pero la supervisión adulta siempre es necesaria. Para comenzar deberemos separar las “flores” del brecol de tallo y echar estas en un recipiente con un poco de agua.
A continuación cogemos nuestra pistola de matar brecol o una batidora, lo que tengáis más a mano, y trituramos el brecol hasta tener una pasta en la que aún se distingan trozos de brecol de en torno a 1mm. Antes de extraer ADN de esta mezcla debemos prepararla añadiendo en torno a una cucharadita de sal y filtrandolo muy bien para quedarnos solo con la parte líquida. Los filtros de café son una muy buena forma de conseguir un líquido sin tropezones, pero que contenga el suficiente material genético para poder extraer ADN.
Una vez colado nuestro zumo de brecol añadimos otro tanto de alcohol con una pureza de más del 97%. El alcohol para las heridas que tenemos en el botiquín es muy adecuado para este proceso, que ya es el último. Ahora solo queda esperar porque extraer el ADN es cosa del alcohol y el tiempo. Al cabo de unos 3-4 minutos podremos ver sin problemas el ADN flotando en la superficie de nuestra mezcla en forma de hilitos finos y muy largos.
Esperamos que os haya divertido este bonito experimento y que además de enseñar a los niños a extraer ADN sirva para quitarle el miedo al brecol que tan rico y sano es. ¡Felices Fiestas!