Los rifles láser han llegado al campo de batalla, aunque por el momento Star Wars no se ha hecho realidad y no se dispararán a humanos.

El uso de armas láser se ha popularizado entre los ejércitos por lo eficientes que son para acabar con drones y misiles a distancia.

Pero hasta ahora lo que habíamos visto eran armas diseñadas para aviones como los de EEUU, pero ahora el Ejército Popular de Liberación de China ha anunciado que ha adquirido rifles láser que podrán llevar los soldados en el futuro cercano.

Los rifles láser se hacen realidad, pero no para matar personas

Pero, ¿para qué sirve un rifle láser? ¿Realmente es mejor que una ametralladora de balas normales y corrientes? No, en realidad tienen una función muy diferente.

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Principalmente los rifles láser PY132A, WJG-202 y BBQ-905 del ejército chino se usarán contra los sensores térmicos de tanques y otros vehículos enemigos para evitar que detecten a los soldados, y además son capaces de “cegar” a los drones de reconocimiento y ataque. Las fuerzas especiales también pueden usarlos para desactivar cámaras y otros sensores.

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Sin embargo, queda la gran duda de qué puede pasar si estos rifles son usados contra otros soldados. Para empezar, los tratados internacionales prohíben el uso de armas láser contra personas, así como de dispositivos cegadores. Es algo en lo que parece estar de acuerdo la mayoría de países, que disparar un láser contra un soldado es algo que nadie quiere ver. Pero eso no significa que no pueda ocurrir.

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Sobre el papel China no está vulnerando ningún tratado, pero una vez en el terreno puede pasar cualquier cosa, como impactar contra un soldado cercano a un tanque, o si se usa contra los sensores de un helicóptero, puede cegar al piloto y que acabe estrellando el aparato.

Por el momento el uso de rifles láser en el campo de batalla aún no está documentado, y probablemente no lo estará hasta dentro de un tiempo, cuando la tecnología avance lo suficiente. Y para entonces puede que veamos armas láser portátiles apuntadas a personas.

Fuente | Popular Science