Si hay un impedimento mayor que la falta de voluntad o ganas a la hora de realizar ejercicio, es el dolor crónico. Esa molestia en las rodillas, una herida en el tobillo, incomodidad en el pié, por muy bien preparados que estemos mentalmente para realizar el ejercicio, el dolor o la molestia nos limitará cuándo realicemos los clásicos estiramientos y comencemos.

Como solución, aquí van una serie de modificaciones en algunos de los ejercicios que os permitirán no solo realizar algo de actividad física, sino combatir le dolor crónico que os limita.

Cambia la subida de rodilla con pasos de marchas, y jumping jacks por step jacks

De esta forma, reducirás la presión que aplicas en la rodilla, facilitando el ejercicio si sufres de alguna incapacidad o herida.

No realices la sentadilla completa, y evita el salto

‘Llegar hasta abajo’ no es una buena idea si padeces dolor crónico cerca de alguna articulación. Si omitimos el salto cambiándolo por una suavizada bajada tocando el suelo con nuestras palmas, estaremos quemando menos calorías pero amortiguando el movimiento.

Coloca las rodillas durante las flexiones, y prueba a utilizar el sofá para realizar flexiones inclinadas

Una buena forma de reducir el esfuerzo que pueda ser foco de dolor durante las flexiones, es pasar parte de la carga a tu cuerpo en contacto con el suelo colocando las rodillas, haciendo flexiones inclinadas en un muro o incluso en el sofá.

Sustituye el ejercicio mountain climber, por su variante cruzada o las towel sliding climbers

Los gestos más ‘explosivos’ no nos benefician a la larga, porque en la mayor parte de los casos, sin un entrenador que conozca las directrices de este movimiento, podemos llegar a hacernos daño. Reduciendo el movimiento, conseguimos el mismo objetivo de tonificación sin comprometer demasiado la pérdida calórica y asegurando el gesto.

Si te cuesta realizar las planchas, utiliza un sofá

Reprime la tentación de sentarte, y aprovecha el soporte para realizar las planchas con menos peso encima. Puedes alternar diferentes ejercicios complementarios,  todos ellos con menor dificultad.

Considera alternar las abdominadas

La verdad, es que no existe un ejercicio que os pueda ayudar a sustituir las abdominadas, pero hay formas de reducir el impacto que puedan tener en tu salud durante el tiempo que padezcas algún tipo de dolor. Sillas o mesas, para entrenar tus biceps y dorsal casi en la misma manera. Recuerda tener a tu mano un soporte sólido que pueda aguantar tu peso.

Con estos ejercicios alternativos y algo de tiempo, podrás volver a tu actividad física habitual de la forma más saludable posible.

Fuente  |  Darebee