Descubren un método para obtener baterías más duraderas
Tienes el día libre en el trabajo y nada que hacer en casa. Genial, aprovechas para pasar el día fuera, quizás en el campo o en la playa. O simplemente dando un paseo por la ciudad. Ni siquiera te molestas en conducir, coges un autobús y te relajas escuchando música por el camino, consultas tu correo (vale que no estás trabajando, pero podrían escribirte algo importante), le escribes a un par de amigos para contarles tus planes y animarles a unirse y comienzas a ver pasar las horas de tu jornada de libertad. Al final de la tarde te apetece poner el broche al día yendo al cine y, cuando sacas el móvil para consultar la cartelera, ¡terror!
El dibujo de la pilita parpadea en un rojo amenazador. Tu pulso se acelera, buscas desesperadamente la batería externa para emergencias, pero te la has dejado en el otro bolso. Empiezan a surgir un sinfín de preguntas en tu cabeza: ¿Y si alguien tiene que contactar conmigo? ¿Y si tengo que llamar un taxi y no puedo? ¿Y si nos invaden los alienígenas y necesito pedir ayuda? Adiós cine, otro día será. Te vuelves a casa inmediatamente, te resguardas junto al primer enchufe que encuentras y observas cómo el color va volviendo a tu rostro a medida que la pilita de la pantalla se va llenando.
¿Os suena? Aunque lo haya exagerado un poquito sí que es cierto que, en los días que corren, vivimos enganchados a móviles, tablets y ordenadores portátiles y la duración de sus baterías se ha convertido en algo indispensable para nuestra tranquilidad. El problema es que esta duración es bastante limitada, en algunos casos de no más de un día, dando lugar a situaciones como la anteriormente comentada. Por eso, científicos de las Universidades de Córdoba y La Sapienza de Roma han desarrollado el prototipo de una batería de más duración, basada en iones de litio y azufre.
¿En qué consisten las baterías convencionales?
Las baterías de litio son una especie de versión recargable de la pila convencional. Esta pila convencional se basa en dos electrodos metálicos llamados ánodo y cátodo introducidos en un líquido llamado electrolito. Al reaccionar con el electrolito, el ánodo produce electrones y el cátodo los pierde, por lo que los que le sobran al primero viajan hasta el segundo para compensar la pérdida. Este desplazamiento de los electrones produce una energía eléctrica que se aprovecha para el funcionamiento de un sinfín de dispositivos. En el caso de las baterías recargables que normalmente utilizamos, el electrolito es una sal de litio, que produce suficientes iones para poder tener una reacción reversible y aprovechable durante varios ciclos.
Problemas de las baterías de litio y ventajas de las nuevas baterías
Como sabemos y hemos podido sufrir, la duración de estas baterías es bastante limitada, por lo que se considera que la mejor alternativa serían las baterías de litio, que funciona como ánodo, y azufre, que hace lo propio como cátodo. Son una opción muy prometedora, porque al producir una mayor densidad de energía, duplicarían la duración de las tradicionales, pero presentan tres problemas muy importantes:
- La conductividad del azufre no es suficiente para favorecer un flujo adecuado de electrones.
- Se produce polisulfuro de litio, cuya disolución en el electrolito podría ser perjudicial.
- La reactividad del litio puede ocasionar problemas en la batería.
Dichos problemas han sido solucionados en el prototipo propuesto por los científicos anteriormente mencionados, que han optado por un recubrimiento basado en una nanoestructura de carbono y estaño, que mejoraría la conductividad y evitaría los problemas típicos de la reactividad del litio.
Se podrían haber sentado por lo tanto las bases, no sólo de baterías más duraderas, sino también de coches eléctricos capaces de hacer recorridos más largos, que pudiesen igualar a los repostajes de los motores de combustión.
Por lo tanto, pronto podremos salir de casa un día entero sin temer un ataque de histeria. Eso sí, aunque las baterías sean más duraderas, deberíamos plantearnos hasta qué punto es apropiada la dependencia que sentimos hacia los móviles. Os invito a pasar un día libre sin mirar ni una sola vez nuestros dispositivos electrónicos. Sólo entonces saborearemos totalmente la libertad.
Fuente: Agencia Sinc
Imagen: Pixabay