Los fetos de 16 semanas pueden escuchar música a través de la vagina
Música a través de la vagina, no del vientre
Es muy típica la imagen adorable de una embarazada rebosante de felicidad sujetando unos auriculares sobre su hinchado vientre. Bonito, sí, pero inútil. Al menos según este estudio, realizado por el Instituto Marqués, que afirma que la música no puede llegar a los fetos a través de la barriga, como se suele pensar. Esto se debe a que el tejido abdominal y el del interior del cuerpo materno absorben casi todas las ondas sonoras, impidiendo que la gran mayoría lleguen dentro. Sin embargo, a partir de la decimosexta semana de gestación sí que pueden percibir sonidos a través de la vagina, reaccionando a ello a través de la apertura de la boca y sacando la lengua, como se puede observar en este vídeo.
¿Cómo se realizó el estudio?
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron un dispositivo similar a un tampón que se introducía en la vagina de la madre y se conectaba a un aparato de música. Esta maniobra se llevó a cabo con 100 mujeres, resultando que el 85% de sus fetos reaccionaban a la música con los movimientos comentados anteriormente.
Todo esto, además de resultar muy interesante, puede servir para descartar la sordera fetal desde etapas muy tempranas, aunque debe quedar claro que el hecho de que no reaccionen a la música no significa que estén sordos y debería corroborarse con otras pruebas. Curiosamente, todo esto sólo ocurre con música, si lo que se conecta al dispositivo es la voz de la madre o cualquier clase de ruido, no se genera ningún tipo de reacción por parte del feto.
Si estáis embarazadas y os gustaría que vuestro futuro hijo se convierta en un melómano desde antes de nacer, podéis adquirir el aparato que se usó para el experimento, que se ha comercializado bajo el nombre Babypop; pero no olvidéis que sólo se debe usar veinte minutos diarios para no afectar los ciclos de sueño del feto. Eso sí, elegid bien la música. Algunos géneros musicales podrían suponer una tortura para cualquiera que tenga oídos y ellos son demasiado pequeños para merecer algo así.
Vía: ABC Instituto Marqués