Científicos usan el virus de la rabia para mapear el cerebro humano
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Existen diversas enfermedades capaz de llegar e infectar el cerebro, pero pocas son tan rápidas en su invasión y replicación como el temido virus de la rabia. Dicho virus es capaz de difundirse de una célula a otra con pasmosa facilidad, hasta que el cerebro acaba por dejar de funcionar. Y resulta que, gracias a esto, los investigadores del Instituto Zuckerman de la Universidad de Columbia han pensado en usarlo en su beneficio para estudiar el cerebro humano a fondo
El virus de la rabia y su gran ayuda en investigación
Cabe destacar que la investigación viene de lejos, pues hace ocho años los científicos del Instituto Salk ya descubrieron que, si eliminaban un gen determinado del virus de la rabia usado en las vacunas, podrían limitar su propagación y estudiar su transmisión entre neuronas. Pero, aún así, el virus de la rabia igual podía continuar destruyendo neuronas y matando a su huésped.
Ahora, los investigadores de la Universidad de Columbia han conseguido evitar esto, logrando un virus de la rabia que es posible estudiar, pero que no es letal, permitiendo así seguir cómo dicho virus se propaga de una neurona a otra sin matarlas. Por lo visto, y según comentan los investigadores, esta versión del virus de la rabia es más cercana al virus que encontramos en la naturaleza, y no tanto al que se usa en vacunas.
Cómo se sigue el virus de la rabia en el cerebro
En la investigación, publicada recientemente en la revista Neuron, los científicos se han centrado en seguir al virus de la rabia saltando entre sinapsis neuronales, gracias a haberle otorgado bioluminiscencia (esta vez hasta un mes seguido, pues el huésped del virus de la rabia puede aguantar más tiempo a esta versión “light” del microorganismo).
Anteriormente no se podía seguir la infección del virus, ya que aunque se podía intentar estudiar paso a paso la infección del microorganismo procedente de la naturaleza, la rabia provoca tal degradación neuronal que no es posible seguir su rastro de una zona a otra al cabo del tiempo.
Según Thomas Reardon, co-autor del estudio, ahora será posible crear un mejor mapa funcional del cerebro, pudiendo así comprender cómo se desarrollan (y como combatir) otras enfermedades cerebrales y neurodegenerativas.
Como plan de futuro, los investigadores creen que será posible modificar el virus de la rabia hasta el punto de poder mapear el cerebro humano e incluso usarlo como transporte para medicación. Evidentemente hablamos de un futuro aún lejano, pero la manipulación genética puede abrir estas y otras nuevas vías de terapia.
Vía | Popular Science.