Parches eléctricos para tratar el trastorno de estrés postraumático
Parches eléctricos, tal y como suena. Esa parece ser la novedosa y futurista terapia para ayudar a los individuos que padecen de trastorno de estrés postraumático. En anteriores ocasiones hemos comentado la posibilidad de usar drogas (como el cannabis o los alucinógenos). El método actual parece ser incluso más directo que estos otros.
Parches eléctricos contra el estrés postraumático
Como ya sabréis, el trastorno de estrés postraumático puede producirse tras sufrir experiencias o eventos que nuestro cerebro no es capaz de asumir a nivel emocional en el tiempo adecuado: Robos, abusos y sobre todo las guerras son grandes ejemplos de estos eventos. Las consecuencias emocionales pueden ser devastadoras y durante décadas (de hecho, la trilogía “Los Juegos del Hambre” explica muy bien cómo se sufre este trastorno de manos de su protagonista).
Durante dicho trastorno, la persona que lo sufre es susceptible a la ansiedad, a los flasbacks de imágenes del evento traumático, y a sufrir pesadillas. El tratamiento farmacológico y la psicoterapia no siempre acaban solucionando el problema. Por ello, los científicos de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA) han desarrollado un método no invasivo para ayudar en dicho tratamiento: Parches eléctricos colocados directamente en la frente del enfermo.
Parches eléctricos, ¿cómo funcionan?
En este caso, los parches eléctricos utilizados por la UCLA, cuyo estudio se ha publicado en la revista Neuromodulation, funcionan usando la técnica de estimulación del nervio trigémino o TNS. Dicho procedimiento consiste en usar parches eléctricos conectados a una bateria de apenas 9 voltios que producen pequeñas corrientes eléctricas a través de la frente del individuo, afectando al nervio trigémino, el cual tiene diversas terminaciones por el sistema nervioso central (incluyendo el núcleo del tracto solitario, una estructura clave que funciona de forma anormal en el trastorno de estrés postraumático).
Precisamente la estimulación específica de este nervio es lo que hace diferente a la técnica TNS de otras como la estimulación magnética transcraneal (TMS) o la estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS).
Para probar su teoría sobre dicha técnica, los investigadores reclutaron a 12 individuos diagnosticados de trastorno de estrés postraumático que estaban recibiendo psicoterapia, medicamentos, o ambos. Los participantes usaron los parches eléctricos mientras dormían durante 8 semanas y rellenaron una serie de evaluaciones antes y después de dicho tratamiento nocturno.
Según las conclusiones de los científicos, los síntomas se redujeron un 30% de media tras el uso de este tratamiento; incluso una cuarta parte de los participantes informaron de la desaparición total de sus síntomas.
Evidentemente, este estudio tiene diversos fallos: La muestra es muy pequeña (12 participantes), y no se han comparado con un grupo control sano. Además, no existe una métrica que evalue la severidad de los síntomas de los participantes. Aún así, el concepto parece prometedor, y sería buena idea llevar a cabo futuros experimentos con una muestra de mayor tamaño y grupo control de comparación.
Vía | Popular Science.
Fuente | Neuromodulation.