Prevenir los efectos del jet lag mediante "destellos de luz" es posible
Por ejemplo, el consumo de viagra ha demostrado dar buenos resultados, pero ya os imaginaréis los efectos secundarios indeseados o inoportunos que eso puede producir. También hay compañías aéreas que simulan la luz de los rayos del sol a las diferentes horas del día dentro del avión, pero según un estudio reciente, eso último se puede perfeccionar aún más. ¿Cómo?
La clave está en la luz intermitente
Que la clave está en la luz es algo que hace tiempo que se sabe, pues es precisamente la luminosidad detectada por nuestra retina la que provoca los cambios en la temperatura corporal, el sistema nervioso vegetativo y los niveles de melatonina y cortisol, todos ellos responsables del correcto funcionamiento de los ritmos circadianos. Por eso, como decíamos antes, algunas compañías aéreas simulan la luz de los rayos del sol a las diferentes horas del día en sus aviones; pero, aunque funciona, no termina de producir el efecto óptimo deseado. Por eso, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un experimento en el que se expone a una serie de voluntarios a destellos de luz intermitentes mientras duermen (la retina es capaz de detectar la luz incluso con los párpados cerrados). Concretamente, a la mitad se les sometió a destellos de dos milisegundos, espaciados 10 segundos cada uno, durante una hora. La otra mitad fueron irradiados con luz permanente durante esa hora, para poder comparar. Los síntomas de fatiga típicos del jet lag fueron mucho menores en el grupo de los destellos, pero, ¿por qué?
Los científicos creen que la causa de este descubrimiento reside en dos factores. En primer lugar, las células de la retina que conectan con la zona cerebral encargada del control de los ritmos circadianos siguen funcionando incluso varios minutos después de que el estímulo ya no esté y, por otro lado, los periodos de oscuridad entre destello y destello sirven para que los pigmentos del ojo se regeneren, pudiendo dar una respuesta más rápida en el siguiente pulso de luz.
Lógicamente, si se llevara a la práctica, estos destellos deberían emitirse en momentos concretos, simulando las horas de luz habituales. Si no, podrían ser contraproducentes, ya que nuestro organismo interpretaría que es de día cuando realmente no lo es. Así, controlando bien la cantidad de luz y las horas, este procedimiento podría ser muy beneficioso, no sólo en casos de personas que deben hacer viajes largos, sino también para trabajadores que realizan sus turnos de noche o incluso para médicos y resto de personal sanitario que realiza muchas guardias nocturnas. Incluso podría valer para esas fiestas de fin de semana que se alargan hasta bien entrada la mañana. Pero bueno, eso se cura con los años, sin necesidad de luces intermitentes.
Vía: Medical Daily