Confirmado: Los caballos detectan nuestras emociones
Reacciones frente a diferentes emociones
Se conoce que los caballos tienen mucha facilidad para detectar las emociones de sus congéneres y que incluso muestran expresiones faciales concretas y muy diferentes según la emoción que estén sintiendo. Sin embargo, hasta ahora no se había comprobado que fuesen capaces de saltar la barrera de la especie, detectando también las emociones de los humanos. Para llegar a estas conclusiones, los científicos mostraron a una serie de caballos imágenes de personas con las que estaban familiarizados. Algunas de estas fotos mostraban caras de enfado y otras, de alegría, para poder comprobar la reacción de los animales.
Curiosamente, cuando veían caras de enojo, su pulso se aceleraba y se mostraban muy estresados. Además, las miraban mayoritariamente con el ojo izquierdo, algo que con anterioridad ya se asociaba a la percepción de estímulos negativos. Esto es así, porque el hemisferio derecho está asociado al control de situaciones de amenaza y el ojo con el que se recoge la información es el contrario al hemisferio con el que se analiza.
Por otro lado, si las caras de las fotos mostraban alegría, la reacción del caballo era totalmente diferente, pero mucho menos exagerada que en el caso de las caras de enfado. Se cree que esto se debe a que, evolutivamente, estos animales han desarrollado al capacidad de entender las emociones humanas para detectar situaciones de amenaza. Para que me entendáis, si el jinete o el cuidador está contento, probablemente no tenga ninguna consecuencia para el caballo; mientras que, si está enfadado, puede ser violento con él, por lo que se asustan y se mantienen alerta.
Este estudio es la antesala para una nueva investigación, en la que pretenden partir de estos resultados para analizar la conducta social de los caballos.
Así que los perros no son los únicos capaces de detectar nuestro estado de ánimo. El problema es que tener un caballo en casa es un poco complicado, así que os recomiendo un perrito si buscáis empatía. También podríais probar con los humanos, pero a veces encontrarla en ellos es más difícil que meter un caballo en casa.