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El parásito que le facilita la cacería a los gatos

16 febrero, 2016 19:21

 

¿Os acordáis de Tom Y Jerry? Eran unos dibujos animados en los que Tom, el gato, perseguía incansablemente a Jerry. Esto es algo de lo más normal y lo más lógico es que el ratón haga todo lo posible por no ponérselo fácil al gato. Sin embargo, hay un parásito capaz de hacer que el pobre roedor vaya directito a las garras de su enemigo felino. Y sin estar aliado con él.

¿Cómo actúa el parásito sobre los ratones?

Este parásito, del que ya os hablamos hace años, se llama Toxoplasma gondii y es un protozoo muy común, que de hecho se encuentra en la mitad de los humanos . A nosotros, por lo general, no nos causa graves infecciones , aunque sí que es peligroso para fetos y personas inmunodeficientes, por lo que se desaconseja que estos últimos y las mujeres embarazadas consuman carne cruda o poco cocinada y tengan contacto con las heces de gato. En cambio, para otros mamíferos, la infección puede resultar fatal. Sus hospedadores finales son los felinos; pues, una vez en su interior,  se introduce en las células epiteliales, donde primero tiene lugar su reproducción asexual y, a continuación, la sexual. Por eso, son capaces de hacer cualquier cosa por llegar hasta un gato, con tal de completar su ciclo de vida.

En el caso de los ratones, se introduce en su cerebro e invade la región responsable de la percepción del olfato, haciendo que el olor de la orina de los gatos les resulte irresistible. Así, acuden a ésta, ignorando el peligro que ello supone y quedando a merced del gato, que los espera gustoso, sin saber que él es otra marioneta más de la función del protozoo.

También en la sabana

Este parásito no sólo actúa con ratones y gatos, sino que un nuevo estudio cuenta que también se lo pone fácil a los leopardos para cazar chimpancés, que acuden a su orina como si no hubiese mañana.

Así, el protozoo puede pasar al interior del leopardo, dónde, al igual que en el gato doméstico, puede reproducirse.

Todo esto se puede extrapolar a humanos; pues, aunque a nosotros no nos afecta, sí que es cierto que se han reportado casos de personas que, al ser infectadas, han comenzado a mostrar comportamientos muy extraños, como tiempos de reacción reducidos o conductas sospechosas ante las situaciones de riesgo.  Aunque no se conocen las causas, se cree que puede ser un proceso relacionado con nuestros antepasados, que aún no ha desaparecido, ya que ellos sí que eran presas de grandes felinos.

Es apasionante como un bichito tan pequeño puede manipular la mente de los animales a su antojo. Para que luego digan de algunas sectas.

 Vía: IFL Science