Tecnología

Animales curiosos: La procesionaria

17 febrero, 2016 11:23

Hoy, en la sección de animales curiosos, os hablamos de un animalito que puede que no sea tan poco conocido como los anteriores, pero curioso es. Especialmente por su tendencia a montar procesiones de forma masiva, en cualquier sitio y en cualquier momento durante unos meses. Y no, no estoy hablando de los sevillanos. Hoy vamos a hablar de la procesionaria.

¿Qué es la procesionaria?

Thaumetopoea pytocampa, más conocida como la procesioanria del pino, es una especie de lepidóptero (como las polillas y las mariposas) muy abundante en los bosques de pinos, cedros y abetos  de Europa central y del sur, donde llega a causar plagas bastante importantes.

Como ocurre con todas las mariposas, en fase de larva forman orugas, que en este caso están cubiertas por pelos urticantes, debido a la presencia de una sustancia tóxica llamada Thaumatopina.  Cuando dichos pelitos se desprenden, quedan flotando en el aire, pudiendo irritar la nariz, la garganta y los oídos de los seres humanos y, además, si se produce el contacto con los ojos, puede causar conjuntivitis y otros tipos de lesiones oculares.

El ciclo de vida de la procesionaria

Durante su etapa adulta, que tiene lugar en verano, tienen forma de mariposa y sólo salen de noche, para evitar ser devoradas por las aves diurnas. Además, poseen un color parduzco que las hace poder camuflarse bien después del atardecer, evitando ser detectadas por los depredadores. Para que os hagáis una idea, son como las polillas esas que se chocan con las lámparas por las noches.

Las hembras ponen los huevos en las copas de los árboles que os mencioné antes y, treinta o cuarenta días después, nacen las orugas, normalmente entre septiembre y octubre. Quedan ahí durante varios meses, envueltas en una especie de algodón como el de la imagen superior, estableciendo lazos colaborativos y alimentándose de las hojas de los árboles, llegando en ocasiones a dejarlos casi totalmente desnudos si son muy pequeños. Finalmente, entre febrero y abril descienden al suelo para pasar a la fase de pupa.

Éste es el momento más curioso, pues es cuando forman las características procesiones que dan lugar a su nombre. Todas las orugas forman una fila enrollándose de modo que se protegen las cabezas las unas a las otras, evitando que sean devoradas por los pájaros. Abriendo paso siempre va una hembra, que llevará a todas sus compañeras hasta el lugar dónde se enterrarán, formando la pupa que dará lugar a las mariposas adultas.

Por lo tanto, aprovechando que estamos en febrero, si queréis ver estas curiosas procesiones no tenéis más que acudir a algún pinar cercano. Eso sí, cuidadito con tocarlas si no queréis llevaros un buen disgusto. Y tampoco se os ocurra pisarlas, como hace mucha gente. Aunque os puedan parecer peligrosas y asquerosas, ellas sólo buscan sobrevivir. Y aunque no nos gusten las procesiones, hay que respetarlas.

Vía: Wikipedia