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Beber café puede reducir los daños hepáticos causados por el alcohol

22 febrero, 2016 09:08

Seguro que alguna vez habéis escuchado eso de beber café para no dar positivo en los test de alcoholemia. Lamento decíroslo, pero la única manera de pasar la prueba es no beber; ni café, ni chicles de menta, ni nada. Sin embargo, sí que parece haber una asociación curiosa entre las dos bebidas.

Al menos, eso es lo que afirma un grupo de investigadores de la Universidad de Southampton, que parecen haber descubierto una relación entre el café y una menor incidencia del daño hepático causado por el alcohol.

¿Cómo afecta el alcohol a nuestro hígado?

Como sabéis, el alcohol es conocido por causar daños hepáticos que pueden llegar a ser graves si el consumo es muy frecuente. Esto se debe principalmente a la toxicidad de algunos productos derivados de su metabolismo, como los radicales libres de oxígeno o el acetaldehído, capaz de establecer enlaces covalentes con proteínas de los hepatocitos (células del hígado), que quedan dañados, bien directamente o bien como consecuencia de la respuesta inmune generada.

Además, el metabolismo del alcohol requiere el consumo de altas cantidades de oxígeno, pudiendo provocar hipoxia en el hígado.

El poder terapéutico del café

Cada vez es más conocido el potencial del consumo de café en la prevención de enfermedades tan frecuentes como el Alzheimer, la diabetes tipo II o el Parkinson. Además, según un reciente estudio, podría tener un gran poder terapéutico en el tratamiento de la cirrosis hepática, muy frecuente en alcohólicos, aunque también puede aparecer como consecuencia de infecciones como la hepatitis, o de trastornos del sistema inmune y otras afecciones, como la obesidad y la diabetes.

Pudieron llegar a estas conclusiones después realizar un meta-análisis en el que participaron más de 400.000 pacientes, procedentes de países de todo el mundo. Comprobaron así, que aquellos que consumían dos tazas de café al día tenían un riesgo menor de padecer cirrosis, incluida la causada por el alcohol. Además, si el número de tazas aumentaba hasta cuatro diarias,  las posibilidades de daño en el hígado disminuían aún más, hasta un 65%.

Aunque la relación parece estar clara, no se conoce exactamente a qué se debe este efecto protector, debido a la compleja composición química del café. Por eso, estos científicos esperan poder perfeccionar el estudio en un futuro, para poder adentrase mejor en las causas.

Sea como sea, si bebéis no se os ocurra conducir. Pero el cafelito con la copa sí que os puede ayudar en otros ámbitos, así que no os lo dejéis de tomar.

Fuente: AP&T