Estrujar los ovocitos fecundados podría mejorar los resultados en reproducción asistida
Por eso, es muy habitual transferir varios embriones, aumentando las probabilidades de un embarazo a término en caso de que uno de ellos detenga su desarrollo. El problema de este tipo de prácticas es que aumentan las posibilidades de embarazos múltiples, que pueden ser peligrosos tanto para la madre como para los fetos, por lo que sería conveniente intentar evitarlas en la medida de lo posible. Esto es lo que investigan un grupo de científicos de la Universidad de Stanford , a través de una técnica que no dejará de sorprenderos.
¿Por qué son peligrosos los embarazos múltiples?
Seguro que conocéis algún caso de madres de mellizos que hayan tenido a sus hijos mediante reproducción asistida. Esto es muy frecuente, especialmente en mujeres por encima de los cuarenta, ya que sus óvulos son de peor calidad y la mejor manera de asegurar un embarazo es transfiriendo los embriones con mejor aspecto. En España no es legal transferir más de tres, algo que además sólo se hace en casos muy extremos. Sin embargo, es muy frecuente utilizar dos y, aunque a menudo se pierde uno en el camino, puede que ambos lleguen hasta el final del embarazo.
El problema de los embarazos múltiples es que pueden acarrear problemas, tanto para la madre como para los bebés. En el primer caso, es típico el aumento de la presión arterial, que podría derivar en preeclampsia (rechazo del cuerpo al feto y la placenta), a la vez que aumenta la retención de líquidos, incrementando las posibilidades de padecer un edema.
En el caso de los fetos, tienen menos espacio para crecer, por lo que uno de ellos lo suele hacer de modo anormal y, además, puede que el reparto de nutrientes y oxígeno no sea equitativo.
Todo esto, sumado a un aumento de las probabilidades de parto prematuro, hace muy necesario evitar la transferencia de varios embriones, salvo que sea estrictamente necesario.
El método de estrujar los ovocitos
Seguro que alguna vez, en la frutería, habéis visto a alguien estrujando levemente la fruta para saber si está madura. Estos científicos de Stanford decidieron hacer lo mismo con ovocitos fecundados, para comprobar si darían lugar a embriones viables.
Para ello, tomaron una serie de ovocitos de ratón recién fertilizados y los estrujaron un poco con la punta de una pipeta, comprobando que los que recuperaban su forma daban mejores blastocistos. De este modo, crearon un modelo computacional que podía predecir la viabilidad de los embriones con un 90% de exactitud. Para comprobarlo, transfirieron a las hembras los embriones seleccionados por el programa, consiguiendo un 50% de embarazos exitosos.
A continuación, siguieron los mismos pasos con ovocitos humanos, obteniendo resultados mucho más satisfactorios, con un 90% de embarazos.
Por lo tanto, aunque sea un poco burdo imaginar tratar óvulos como melones, parece ser que puede suponer el camino para disminuir el número de embarazos múltiples en reproducción asistida. ¿Verdad que es curioso?
Vía: Standford University