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La paradoja del tigre blanco: su conservación es su condena

1 marzo, 2016 17:08

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En la sociedad en la que vivimos, cada vez se hace más fácil disfrazar los negocios en forma de obras de caridad.

Este es el caso de la conservación del tigre blanco, una supuesta especie en peligro de extinción. Existen un gran número de criaderos privados que se dedican a obtener un mayor número de individuos de esta especie a partir de cruces específicos. ¿Pero realmente les están haciendo algún bien?

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El tigre blanco, sólo nace del cruce entre hermanos o padres e hijos, por lo que es necesario recurrir a la endogamia, con todos los problemas que ello conlleva. Supuestamente, se intenta hacer perdurar el albinismo generación tras generación; pero, para empezar, ni siquiera son realmente albinos. En realidad, estos tigres sufren leucismo, un trastorno caracterizado por la presencia de un gen recesivo (es necesario que los dos progenitores estén afectados para que se exprese), que lleva a la carencia total o parcial de eumalamina o faeomelanina.

Además del característico color blanco, este trastorno también conlleva la presencia de ojos bizcos, deformidades en la columna, órganos defectuosos, patas torcidas y paladar partido.  

Consecuencias de la endogamia en el tigre blanco

Como sabéis, la endogamia consiste en el nacimiento de descendencia a partir de padres con un parentesco muy cercano. Aunque este tipo de prácticas a veces se llevan a cabo para conseguir obtener razas puras (como ocurre con los perros), la otra cara de la moneda consiste en la persistencia de trastornos genéticos graves, que se podrían haber diseminado en caso de cruces no emparentados.

Por eso, el tigre blanco, además de conservar ese color inmaculado, acarrea una serie de taras que dan lugar a individuos de poca salud, con una calidad de vida terrible.

La otra cara de los criaderos de tigres blancos

Por otro lado; por lo general, estos tigres se consiguen en uno de cada 30 cruces. Los cachorros de tigres “normales” no les resultan rentables, ya que no suponen ninguna atracción turística para los zoológicos, por lo que suelen optar por sacrificarlos.

Por lo tanto, tratar de conservar este tigre no es una buena idea, ya que se trata de una especie que rara vez se obtiene de forma natural en animales que no están en cautividad. Como afirman muchas asociaciones protectoras de animales, es una especie que ni siquiera debería existir, así que no hay nada que conservar y no les hacen ningún favor haciéndola perdurar.

Este tipo de prácticas no suelen acarrear más que sufrimiento. Por lo tanto, lo mejor será dejar  la endogamia para la historia y la ficción.

Vía: 20 minutos