¿Podría el Alzheimer ser transmitido por virus y bacterias?

El Alzheimer es una de las enfermedades más preocupantes de los últimos tiempos, debido al gran número de personas afectadas por ella y a la imposibilidad de conocer su origen con exactitud.

Por eso, algunas científicos creen que lo mejor es cambiar totalmente la dirección de sus investigaciones y comenzar a pensar que, quizás, el origen de la enfermedad no tiene nada que ver con lo que se ha supuesto hasta ahora.

Esto es lo que afirman los responsables de un artículo editorial, publicado en Journal of Alzheimer’s Disease, que trata la posible implicación de bacterias y virus como vía de transmisión de la enfermedad.

¿Qué sabemos hasta ahora del Alzheimer?

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Como sabéis, el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta a través de un deterioro cognitivo, que desemboca en conductas anómalas por parte del paciente y, finalmente, en la muerte.

Como factor común, en todos los casos se ha observado la acumulación en el cerebro de placas amiloides y proteínas tau mal plegadas. Esto lleva a fallos en el sistema de comunicación de las neuronas y, por lo tanto, acaba generando este trastorno cognitivo.  Vale, esta es la teoría más comúnmente aceptada, ¿pero cómo ocurre?

¿Por qué podría ser el Alzheimer transmitido por virus y bacterias?

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Según estos científicos, podría ser que los responsables de estos cambios bioquímicos sean microorganismos, como bacterias o virus. Concretamente, ellos centran su atención en el virus del herpes simplex 1 (HSV1), la Chlamydia y algunas espiroquetas.

El origen de sus teorías se basa en la evidencia de algunos posibles casos de transmisión de Alzheimer a través de cirugías y transfusiones de sangre y, además, en la existencia de muchos estudios científicos en torno a este tema, especialmente en el caso del Virus del Herpes.

Aunque no pueden demostrar que esto sea verdad, lo consideran acertado por evidencias como la inflamación típica de la enfermedad, que podría estar asociada a infecciones microbianas, o los efectos conocidos del HSV1 sobre el sistema nervioso.

¿Qué opinan otros científicos?

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En investigación, no se puede llevar la contraria a una teoría si no hay pruebas que la invaliden, especialmente en el caso del Alzheimer, donde falta tanto por descubrir.  Por eso, muchos investigadores son cautelosos a la hora de desmentir tajantemente estas teorías, que no dejan de formar parte de un punto de vista muy minoritario.

Sin embargo, como afirma uno de los investigadores responsables del editorial, debemos tener la mente abierta y no dejar a un lado ninguno de los rumbos posibles de la investigación. Así, si finalmente se demostraran estas teorías, poder tratar la enfermedad sería tan simple como elegir la droga antimicrobiana apropiada.

La ciencia es así. No se debe descartar ninguna teoría y todas las hipótesis que tengan un mínimo de credibilidad deben ser comprobadas. Sólo así, algún día se conseguirá ahondar en los orígenes de enfermedades como ésta.