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Tecnología

La revolución de la financiación en Internet

Patreon es una plataforma de financiación en Internet para ayudar a creadores de Internet a financiarse a través de donaciones.

20 marzo, 2016 22:36

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Patreon ha supuesto toda una revolución para multitud de creadores que suben su contenido a Internet y buscan una forma de remunerar su trabajo. La publicidad ya no es la única salida para la financiación en Internet.

Internet lleva ya muchos años siendo cuna de creaciones que no tendrían cabida fuera de él: medios de comunicación, canales de Youtube, cómics, relatos, podcasts, música… Uno de los principales motivos por los que la red ha logrado atraer a tantos creadores de contenido es lo relativamente fácil y barato que es empezar a producir y distribuir a través de este canal. Durante mucho tiempo, una vez que los creadores lograban atraer a gente que disfrutase del contenido producido, incluían anuncios de algún tipo y con ello se ganaban la vida, o al menos unos ingresos extra.

Sin embargo, de un tiempo a  esta parte, la publicidad en la web ha estado generando considerablemente menos dinero, principalmente por dos factores: por una parte, los anuncios típicos de la web (banners y vídeos) se han devaluado muchísimo (cada vez se paga menos por clic), y por otra parte,  cada vez menos gente ve los anuncios por el auge del ad-blocking.

A consecuencia de esto, vivir a base del contenido producido en Internet se está convirtiendo en una tarea mucho más complicada. Si no tienes un gran número de consumidores, la publicidad no es sustento suficiente, y consecuentemente, tienes que vivir con el dinero de tus consumidores o usuarios.

Explorando formas de financiación en Internet

Publicidad 1-publicidad en internet

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Principalmente existen dos formas de financiarse si decides dejar la publicidad: una es cerrar el contenido al que no pague cierta cuota y la otra es pedir donaciones para mantener el proyecto pero continuar con el contenido abierto para todo el mundo. La primera solución está muy bien para aquellos que ya sean muy conocidos y tengan cierto prestigio, pero para el grueso de los mortales cerrar el contenido supone un suicidio y un tapón para el crecimiento.

Publicidad 2-publicidad en internet

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Por eso, pedir donaciones a los consumidores que más disfruten del contenido se ha convertido en la práctica más usual dentro de los que intentan vivir (o en muchos casos sobrevivir) a base del dinero de sus usuarios. De esta forma, un pequeño nicho de seguidores especialmente fieles pone el dinero mientras que el grueso de los consumidores se encarga de dar a conocer el trabajo a más gente que en un futuro podría empezar a donar.

Aunque algunos creadores han optado por sistemas de donaciones propios, la mayoría han tirado de la plataforma reina para donaciones habituales de consumidor a creador: Patreon.

Patreon: historia y filosofía

Patreon-0

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Patreon fue creada en mayo de 2013 por Jack Conte, que buscaba una forma de financiar sus vídeos de Youtube en los que ponía su música. La filosofía era y es la siguiente: uno mantiene su trabajo abierto en la plataforma en la que ha estado hasta el momento y pide donaciones periódicas ofreciendo a cambio pequeños extras (por ejemplo, acceso anticipado al contenido, un espacio de debate extra, toma de de decisiones sobre el futuro del proyecto…).

Tan solo 18 meses después de su creación,  a finales de 2014, ya había 125000 patrones (así llaman ellos a quien dona dinero) enviando más de un millón de euros al mes a creadores repartidos por todo el mundo. Entre todo lo que se financia vía Patreon destacan canales de Youtube, músicos, dibujantes de cómics, blogs y podcasts, aunque también se pueden encontrar escritores, fotógrafos, pintores o incluso escultores; Patreon no tiene barreras en ese sentido.

Entrevistamos a experimentados con Patreon

Shut up and take my money

Shut up and take my money

Con todo, dar el salto a Patreon es una apuesta muy arriesgada: se puede perder o ganar mucho. Nosotros hemos entrevistado a la gente detrás de dos campañas de Patreon españolas para conocer su historia: por qué pasaron a Patreon y qué tal les ha ido.

Por una parte, hemos hablado con los chicos de AnaitGames, que cubren crítica y actualidad de videojuegos, tanto de forma escrita como en un podcast semanal. Empezaron en Patreon hace un año y actualmente recaudan 3800$ al mes; Fran (a.k.a pinjed), Pèp Sánchez y Víctor Martínez (a.k.a chiconuclear), tres miembros del equipo, nos cuentan su experiencia con el micromecenazgo.

Anait y Podcast Reload

Anait y Podcast Reload

“No es que no nos gustara la publicidad, es que a la publicidad no le gustábamos nosotros”

“Decidimos apostar por Patreon porque no nos quedó otra. No es que no nos gustara la publicidad, es que a la publicidad no le gustábamos nosotros. […] Necesitábamos buscar otra forma de financiarnos” nos explica Pèp. “No somos los únicos, Joystiq o GameTrailers son ejemplos muy duros de cómo a veces el talento y el trabajo no son suficientes“, comentaba Fran.

Apelando a la audiencia de toda la vida

Sobre sus expectativas al empezar, no eran muy optimistas, según nos cuenta Fran: “Eran casi negativas, diría yo: creía que nos íbamos a pegar una hostia catedralicia, pero valía la pena intentarlo antes que cerrar el tinglado sin darle una última oportunidad. Al final, los lectores han sido los que han excedido cualquier expectativa y han mantenido el barco a flote. Yo estoy especialmente motivado más  por el cariño que nos demuestran en cada email y cada comentario, por cada palmadita cuando acertamos, que por el dinero. Aunque, claro, del amor no se come”.

“El grueso de las aportaciones son las que están ahí desde el principio, las del lector de toda la vida”

“La idea, desde luego, es que el Patreon nos permita hacer más y mejor contenido para atraer nuevas visitas que quizás nos apoyarán también. Hasta ahora, el grueso de las aportaciones son las que están ahí desde el principio, las del lector de toda la vida. Y aunque van llegando nuevos patrones cada día, sirven para compensar a los que no pueden o quieren seguir pagando, algo perfectamente normal” cuenta Pèp sobre la evolución que ha habido hasta ahora, y la que esperan.

Chicos Anait

Chicos Anait

Para concluir, Víctor valora así la experiencia general: “Hemos hecho cosas mejor y peor, pero en general es, sin ninguna duda, la experiencia profesional más liberadora y feliz de toda mi vida. Por fin tenemos la sensación de que nuestro futuro depende exclusivamente de que seamos los mejores en lo nuestro, y creo que eso ha influido positivamente en la calidad de nuestro trabajo. Para cierto tipo de creación (una como la nuestra, periódica, de espíritu público, cultural y algo alejada de los estándares) creo que es la única forma de mantenerse con vida. Es inestable y añade un plus de presión que puede ser duro, pero el micromecenazgo y las suscripciones son la única forma de sobrevivir cuando se trabaja a cierta escala“.

Pagar por algo que ya se hace, un concepto innovador en el crowdfunding

El otro caso que traemos es uno completamente distinto en cuanto a aspiraciones y dimensiones: Javier Pastor llevaba ya 10 años escribiendo sobre tecnología en su blog personal por amor al arte cuando pensó que quizás podría ganar algo de dinero extra con Patreon.

“No se trata de pagar por algo que alguien hará, sino por algo que alguien ya hace”

Así, Javier empezó a pedir estas donaciones sobre todo como experimento; se lo podía permitir porque no estaba arriesgando nada: “Patreon me pareció una idea genial porque no se trataba de pagar por algo que alguien haría en un futuro, sino por algo que alguien ya hacía. Daba igual si publicabas webcomics, vídeos, música o escribías: en todos los casos la gente que lleva tiempo siguiéndote tenía la oportunidad de aportar por disfrutar de esos contenidos. Era una oportunidad perfecta para ver si lo que yo escribía podía ser valorado de esa forma”.

Javier Pastor

Javier Pastor

“Supongo que uno siempre espera más, sobre todo cuando ves cómo muchos proyectos similares -hay de todo tanto en cantidad de publicaciones como en calidad- tenían una aceptación brutal en Estados Unidos. Allí la mentalidad en el tema de pagar por entretenimiento y contenidos es distinta, y hay una actitud mucho más proclive a aportar si algo te gusta y te compensa.

Yo ya suponía que la participación sería baja y tras unos meses quedó claro que más o menos uno de cada mil lectores de Incognitosis aporta vía Patreon.

Por un lado me parece fantástico que haya 40 personas que decidan aportar un dólar, o tres, o cinco o incluso diez mensuales a la campaña, pero es la excepción que confirma la regla”. Javier nos dice esto sobre las expectativas que se formó al ver como funcionaban muchas campañas americanas; no cabe duda de que el tema cultural afecta mucho a la hora de pedir donaciones.

Javi valora su experiencia como “muy modesta”, aunque también le parece comprensible: “Los ingresos han sido como digo casi anecdóticos, confirmando esa proporción de la que hablaba. Mi tráfico es modesto -ando en 42.000-43.000 únicos al mes- pero las aportaciones son poco frecuentes. […]

Tampoco quiero sonar a pedigueño: el que quiere aportar ya sabe que puede hacerlo y tiene la herramienta para ello: si no lo hace es que el contenido no le compensa, y ahí oye, respect“.

La cruz del “todo gratis”

its free

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Para concluir, hace también una valoración general de cómo ve el futuro del micromecenazgo y Patreon: “Si te dedicas a un nicho muy específico y logras formar una comunidad fiel que realmente valora lo que haces porque lo haces muy -pero que muy- bien, tienes ciertas opciones.

En nuestra cultura lo de donar o apostar pasta de este modo no se hace así que aun en esos casos lo veo muy complicado. Espero que en el futuro acaben imponiéndose otros modelos para los contenidos en Internet, y eso debería hacer que los grandes y los pequeñitos puedan subsistir por costes”.

No cabe duda de que Patreon está suponiendo toda una revolución en la forma de financiarse de mucho creadores. Internet necesita dar pasos en esta dirección para librarse de la cruz del “todo gratis”, y este tipo de iniciativas ayudan muchísimo a conseguirlo.