La hydra, el animal inmortal

Hoy os vamos a hablar de un animal que se ha ganado a pulso el título de “animal curioso”: el animal inmortal.

La hydra es un animal peculiar, de los pies a la cabeza… Bueno, de un extremo al otro. Y es que todo es especial en ella, desde su forma de reproducirse hasta el modo en que se alimenta, pasando por hecho de que se les considera biológicamente inmortales. 

De hecho, esconde muchos misterios que la han convertido en objeto de estudio de muchos investigadores, que poco a poco van descifrando los mecanismos que la llevan a funcionar de una manera tan eficiente que parece creada por un relojero suizo.

¿Cómo es la hydra?

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La hydra es un animal muy pequeño, de apenas unos pocos milímetros, típico de las aguas dulces. A pesar de su apariencia pequeñita a e inofensiva, es un gran depredador, que se alimenta de sus presas con ayuda de unos grandes tentáculos.

También es conocida por su gran capacidad de regeneración y su forma de reproducirse, que suele ser asexual, aunque en condiciones adversas puede convertirse en sexual.

¿Cómo se alimenta la hydra?

Como os decía, una de sus características más curiosas es su forma de alimentarse. Tiene forma tubular, con dos extremos diferenciados; el superior, en el que tiene la boca y los tentáculos, y el inferior, con el que se adhiere a las rocas.

Por lo tanto, suele estar unida a las rocas, con el cuerpo erguido y a la espera de que pase alguna pequeña víctima inocente, ajena a lo que le espera.

Cuando esto ocurre, lo primero que hace es lanzar dardos paralizantes a la presa. Una vez que ésta deja de moverse, la atrae hacia sí con sus tentáculos, que se pueden extender hasta longitudes más largas que la de su propio cuerpo. Sólo entonces abre su boca negra, introduce a su víctima en el interior y la vuelve a cerrar.  Un tiempo después, ya finalizada la digestión, que tiene lugar con ayuda de un tipo concreto de bacteria que coloniza su intestino, vuelve a abrir la boca para expulsar aquellos restos del animal que no hayan sido digeridos.

La forma en que las hydras abren la boca ha despertado la curiosidad de muchos investigadores

La forma en que las hydras abren la boca ha despertado la curiosidad de muchos investigadores; pues, más que moverse, parece ser que las células musculares cambian de forma para conseguir que se abra y se cierre. Lo curioso es que estas células se acoplan de tal manera que la boca puede llegar a ensancharse enormemente, adaptándose al tamaño de la presa. De hecho, se ha observado que incluso los núcleos de estas células llegan a deformarse.

La hydra y su capacidad de regeneración: el animal inmortal

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Otras de las causas por las que este animal se ha convertido en sujeto de investigación es su gran capacidad para regenerar las diferentes partes de su cuerpo; algo que, lógicamente, la convierte en una herramienta de estudio perfecta para la búsqueda de tratamientos en medicina regenerativa.

Su cuerpo es muy simple, ya que sólo consta de la “cabeza” y el “pie” que antes mencioné , y está sometido a un recambio constante, ya que sus células de la columna realizan la mitosis una y otra vez, pasando a las extremidades, donde finalmente son despojadas.

Así, para que me entendáis, continuamente pierde sus distintas partes, dando lugar a otras nuevas exactamente iguales.

Esto se debe a la capacidad de sus células epiteliales para adquirir caracteres de células madre, que le permitirán renovarse.

Como veis, este pequeño animalito es un pozo de sabiduría, del que aún tenemos mucho que aprender. Y todo en menos de un centímetro.