¿Por qué besamos con los ojos cerrados?
¿Soléis dar besos con los ojos cerrados? La culpa la tiene nuestro cerebro y en este artículo os explicamos por qué.
25 marzo, 2016 18:12Noticias relacionadas
- India lanza la misión que le puede convertir en el cuarto país en llegar a la Luna
- Tu nuevo fondo de pantalla ha sido posible gracias a una vela solar
- Duro como una piedra o blando como la gelatina: este material dinámico cambia con la iluminación
- Esta lengua electrónica puede "probar" y analizar líquidos en solo un minuto
Cada cual tiene sus propias preferencias a la hora de besar a alguien.
En lo que sí solemos coincidir casi todos es en cerrar los ojos mientras tanto, y lo más curioso es que lo hacemos sin pensar. No creo que nunca os hayáis visto en la situación de estar besando a alguien y pensar “¡Oh, se me ha olvidado cerrar los ojos!”. No, es algo que hacemos inconscientemente; pero, ¿por qué?
Según un estudio publicado este mes en Journal of Experimental Psychology, el motivo está relacionado con la preferencia de nuestro cerebro de no recibir varios estímulos sensoriales a la vez.
Los sentidos, de uno en uno
Para la realización de este estudio, los investigadores reclutaron a un grupo de voluntarios y les hicieron buscar una carta concreta, mientras que se les provocaban una serie de pequeñas vibraciones en su mano derecha o izquierda.
De este modo, comprobaron que cuando la tarea visual era complicada (encontrar una carta parecida a las demás, por ejemplo) el estímulo táctil en la mano les distraía y hacía más difícil lograr su propósito.
Ya se había comprobado la dificultad de nuestro cerebro a la hora de procesar simultáneamente estímulos auditivos y visuales, pero no se había hecho ningún tipo de experimento con el tacto.
Por otro lado, otros estudios similares han demostrado que no es necesario que el estímulo sea grande para general la distracción; es más, ésta aumenta cuando más pequeño es el estímulo.
Entonces, ¿por qué damos besos con los ojos cerrados?
Al fin al cabo, los besos son una forma de estimular el sentido del tacto, al poner en contacto la piel de los labios de las dos personas que se besan.
Por eso, inconscientemente, nuestro cerebro nos hace cerrar los ojos, impidiendo la interacción de la vista y favoreciendo que la experiencia sensorial resultante sea mucho más intensa.
¿Qué otras aplicaciones tiene este descubrimiento?
Muchos de los sistemas de alerta que actualmente utilizan los vehículos consisten en la producción de un estímulo táctil, como la vibración, cuando el coche se sale de su carril. Si el conductor está realizando una tarea visual complicada, es muy posible que no perciba el aviso, por lo que sería necesario diseñar nuevos mecanismos, algo que será más fácil después de conocer cómo interaccionan los diferentes sentidos entre sí.
Hay personas que pueden ser muy eficaces en multitarea, pero lo cierto es que, quién más quién menos, todos hemos tenido algún problema relacionado con esto alguna vez, más allá del simple hecho de besar con los ojos cerrados. Por eso, debemos centrarnos en lo importante y no jugárnosla con tareas como hablar por teléfono mientras conducimos. Nuestro cerebro no está preparado para ello y las consecuencias pueden ser fatales.