El microbio capaz de luchar contra otros microbios
Hoy os hablamos de Weissella confusa, un microbio de gran utilidad por su capacidad para luchar contra otros microbios. Curioso, ¿verdad?
28 marzo, 2016 11:10Noticias relacionadas
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Si los humanos y el resto de animales nos peleamos entre nosotros, los microbios no tienen por qué ser menos.
Este es el caso de Weissella confusa, una bacteria de gran utilidad por su capacidad para luchar contra otras bacterias patógenas, como E.coli o K.pneumoniae, que se encuentran frecuentemente en alimentos contaminados, pudiendo llegar a ocasionar enfermedades muy graves.
Esto la hace merecedora de ser nuestro microbio de la semana, ya que las enfermedades asociadas a alimentos son un gran motivo de preocupación, al poder transmitirse rápidamente a grandes cantidades de personas, si se dan en cocinas de restaurantes y comedores escolares.
¿Qué sabemos de Weissella confusa?
Weissella confusa es una bacteria ácido láctica, gram positiva, que se ha aislado frecuentemente de vegetales frescos, alimentos fermentados y productos cárnicos. Su forma es la típica de los bacilococos; es decir, oval, a medio camino entre esférica y alargada, y puede sobrevivir tanto en condiciones aeróbicas como anaeróbicas.
¿En qué consiste la capacidad antimicrobiana de Weissella confusa?
Aunque este microorganismo puede causar enfermedades en humanos, son muchos los científicos que consideran que su uso controlado podría ser beneficioso en los tratamientos de descontaminación de alimentos.
Esto ha llevado a muchos investigadores a la elaboración de experimentos en los que comprueban la capacidad descontaminante de diversas cepas de ésta y otras bacterias ácido lácticas. Los resultados han sido muy prometedores, pues se ha observado como, por ejemplo, Lactobacillus plantarum puede ayudar a conservar mezclas de carne, mientras que algunas cepas de Weissella confusa no sólo sirven para luchar contra microorganismos contaminantes, sino que también son de gran utilidad en la elaboración de alimentos probióticos, debido a su gran capacidad de adhesión a las células gastrointestinales.
Además, no sólo resulta beneficiosa la bacteria en sí, sino que los metabolitos que produce también han demostrado tener un gran efecto protector frente a las enfermedades asociadas a alimentos contaminados.
Una gran aplicación la de este microorganismo, ¿verdad? Y es que, si las bacterias deciden pelearse entre ellas, ¿qué mejor que aprovecharnos de sus disputas?