cosquillas (1)

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Tecnología

¿Por qué no sentimos nuestras propias cosquillas?

¿Os habéis fijado en que normalmente no sentimos nuestras propias cosquillas? En este artículo os contamos a qué se debe.

1 abril, 2016 13:06

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Os invito a realizar un experimento.

Quitaos los zapatos y pedid a alguien que os haga cosquillas en la planta de los pies. Puede usar simplemente los dedos o, si lo prefiere, una pluma. Después, repetid el mismo proceso, pero haciéndooslo vosotros mismos. ¿Habéis sentido lo mismo?

La mayoría de vosotros habréis tenido que contener la risa en el primer caso o, al menos, habréis sentido cómo se os eriza el vello. Sin embargo, al hacerlo vosotros probablemente no hayáis sentido nada fuera de lo normal. Si, por el contrario, sí que habéis experimentado sensaciones similares, es posible que tengáis rasgos típicos de las esquizofrenia, pero tranquilos, eso no quiere decir que tengáis la enfermedad.

¿Por qué no sentimos nuestras propias cosquillas como si nos las hiciese otra persona?

cosquillas-pareja

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Como os decía, la mayoría de nosotros no sentimos nada cuando nos hacemos cosquillas nosotros mismos. Es un verdadero fastidio, porque hay que reconocer que en el fondo da mucho gustito y no siempre tenemos a mano a nadie para que nos las haga. ¿Pero a qué se debe?

Pues en realidad, aunque no os lo creáis, esta característica es una verdadera ventaja evolutiva; ya que, si percibiésemos nuestro propio tacto del mismo modo que el de los demás, estaríamos continuamente en alerta, asustándonos cada vez que posásemos nuestra mano descuidadamente sobre algún lugar de nuestro cuerpo.

Esto se debe a que cualquier tipo de estímulo propio es procesado por nuestro cerebro con menor intensidad que los externos, favoreciendo que seamos capaces de discernir nuestras acciones de las de los demás.

¿Cómo funcionan las cosquillas en pacientes esquizofrénicos?

esquizofrenia2

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No ocurre lo mismo en pacientes esquizofrénicos, especialmente los afectados por esquizofrenia paranoide.  Como sabéis, estas personas en muchas ocasiones tienden a confundir sus propios pensamientos con voces externas y llega un punto en que no son capaces de discernir su propia personalidad.

Esto llevó a un grupo de investigadores a comprobar si se vería afectada del mismo modo la conciencia del tacto propio. Por eso, realizaron un estudio, cuyos resultados se han publicado recientemente en la revista Consciousness and Cognition, en el cual contaron con la participación de pacientes sanos.

Para comenzar, se comprobó con una serie de encuestas cuáles de ellos tenían caracteres esquizotípicos; es decir, características de personalidad similares a los síntomas de la esquizofrenia, pero que no tienen por qué indicar la presencia de la enfermedad.

Una vez hecha esta comprobación, procedieron a realizar el mismo experimento que yo os propuse al comienzo del artículo; de modo que primero fueron los investigadores los que les hicieron cosquillas y después les invitaron a hacérselas ellos mismos.

Como cabía esperar, los voluntarios esquizotípicos apenas notaron diferencia, mientras que el resto sólo sintieron la sensación característica de las cosquillas cuando fueron los investigadores los que llevaron a cabo el estímulo.

Por lo tanto, queda demostrado que los esquizofrénicos y las personas sanas con caracteres esquizotípicos poseen una menor capacidad de predicción de las consecuencias sensoriales de sus propios estímulos.

De todos modos, os lo vuelvo a repetir; si a vosotros os pasa, no os asustéis, eso no significa que tengáis este trastorno, pues deben darse otros muchos síntomas. Simplemente, el cerebro es un órgano muy complejo y no siempre decide funcionar según lo acordado con la evolución. Podéis estar tranquilos.

Imagen: Batanga