Diseñan un modo de obtener electricidad a partir de la orina
Generar electricidad a partir de la orina es una forma muy barata de obtener energía en países pocos desarrollados y pronto podría ser una realidad.
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Esto se debe a que los métodos convencionales se van agotando poco a poco y, a menudo, son muy contaminantes. Existen muchas alternativas, como la energía eólica o la solar, pero por lo general son muy caras de producir, de modo que su uso en países poco desarrollados se hace impensable.
Por eso, muchos científicos siguen buscando métodos que además de ser limpios y renovables, también sean baratos. Este es el caso de un grupo de investigadores de la Universidad de Bath, que han diseñado un método para obtener electricidad con ayuda de bacterias y utilizando como combustible la orina. Vale, así a bote pronto no suena muy limpio, pero lo importante es que no contamina y, sobre todo, que es barato.
¿Cómo consiguen estos científicos electricidad a partir de la orina?
El mecanismo se basa en el empleo de células eléctricas bacterianas, un mecanismo que lleva mucho tiempo siendo estudiado.
En este caso, cuando se elimina el oxígeno del ambiente, las bacterias pasan a descomponer la orina, produciendo electrones, cuyo flujo se puede emplear en la obtención de electricidad. Para ello, como en una pila convencional, es necesario disponer de un ánodo (electrodo negativo) y un cátodo (electrodo positivo), siendo el cátodo de platino el que ofrece mejores resultados.
Sin embargo, éste es un material muy caro, por lo que estos científicos han optimizado y abaratado el proceso utilizando como cátodo tela de carbón y alambre de titanio.
Por otro lado, se acelera la reacción a través de un catalizador compuesto por glucosa y ovoalbúmina. Todo esto, unido al aumento de la longitud de los electrodos ha dado lugar a una eficiencia muy prometedora, ya que en cada célula de combustible se obtienen 2 vatios de potencia eléctrica por metro cúbico, lo que supone energía suficiente para alimentar un teléfono móvil.
¿Qué ventajas nos ofrece este método de obtención de electricidad?
Como os decía al principio, lo mejor de este método es el uso de un material de desecho como combustible, ya que abarata muchísimo los costes. De hecho, una persona por lo general produce entre 800 y 2.000 mililitros de orina al día. Si multiplicamos esto por los 7.000 millones de habitantes mundiales, obtenemos 14.000 millones de esta sustancia de la que nos desprendemos como si no valiera nada, sin pensar la cantidad de electricidad que podríamos generar con ella. Además, al ser un combustible tan fácil de obtener y no utilizar materiales especialmente caros, cada células costaría entre 1’5 y 3 euros.
Esto resulta algo muy novedoso, ya que se dejaría a un lado la búsqueda externa de fuentes de energía para centrar la vista en las que nosotros mismos producimos a diario. Y es que somos una fuente de recursos inagotable, pero aún no nos hemos dado cuenta.