El pulpo mimético, el Mortadelo de los fondos marinos

Si hace poco nos sorprendió conocer al protozoo que quería ser esponja, no podíamos dejar pasar la historia de este pulpo.

Se trata del pulpo mimético, un molusco cefalópodo típico de los mares tropicales del sureste de Asia que debe tener algún pequeño problemilla de desdoblamiento de personalidad, porque lo suyo no es nada normal, ya que ser pulpo le parece muy aburrido y, por eso, de vez en cuando copia la apariencia y los movimientos de otros animales muy diferentes como la serpiente venenosa o el pez león venenoso.

Y es que puede que un pulpito no le imponga ningún respeto a los depredadores marinos, pero hay que reconocer que si se encuentran con un animal venenoso, sí que se lo piensan dos veces antes de intentar hacerles algún daño.

¿Cómo es el pulpo mimético?

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Describir este animal es bastante complicado; pero, para empezar, nos centraremos en su apariencia cuando no está de Carnaval. Se trata de un pulpo de aproximadamente 60 centímetros, con el cuerpo gris con tonalidades amarillas y cubierto de estrías.

Por lo demás no posee muchas diferencias respecto al resto de pulpos. Posee ocho tentáculos cubiertos de ventosas, siendo el que se encuentra en tercer lugar el que sirve como aparato reproductor al macho. En su cabeza se encuentra el cerebro acompañado de tres corazones, de los cuáles dos bombean sangre a las branquias y el otro al resto del cuerpo. Por último, posee un depósito de tinta que no duda en usar para defenderse de los depredadores; aunque, como ya os decía, ése no es ni de lejos su mejor superpoder.

¿En qué consiste la capacidad para disfrazarse del pulpo mimético?

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Se ha observado que este pulpo puede llegar a transformarse hasta en quince especies, pero no lo hace de forma aleatoria, sino que sabe muy bien las características del animal al que imita e incluso puede llegar a suplantar al mismo depredador del que se pretende defender en un momento determinado.

Para ello se aprovecha de su flexibilidad y la ausencia de huesos, que le permiten recoger sus tentáculos y doblarse hasta imitar a la perfección a la especie en cuestión. Además, en algunas ocasiones es capaz de cambiar un poco su color.

A continuación os muestro algunos ejemplos de los animales a los que suplanta.

Serpiente venenosa

Para transformarse en serpiente venenosa, el pulpo debe esconder la mayoría de su cuerpo bajo la arena y dejar en el exterior sólo dos de sus tentáculos, que emulan a la perfección a este reptil con el cuerpo cubierto de rayas negras.

Pez león venenoso

Para imitar a este pez no se limita sólo a cambiar su apariencia estirando los tentáculos hasta que toman la apariencia de espinas, sino que también modifica su comportamiento, nadando más lentamente.

Zebrias fasciatus

Para imitar a este pez venenoso, pone todos los tentáculos en la parte posterior del cuerpo, hasta tomar una forma ovalada.

Además de todos estos, pueden imitar a muchos más, como las estrellas marinas, los cangrejos o incluso las medusas. Por eso, lo mejor es que lo veáis en acción en este vídeo. Increíble, ¿verdad?