El hongo que acaba con las plagas en los cultivos
Verticillium lecanii es un hongo parásito de insectos, por lo que es una gran alternativa a los pesticidas tradicionales, más contaminantes y peligrosos.
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La ciencia ha conseguido grandes logros en agricultura en los últimos años.
Hasta hace no demasiado tiempo, el mejor método para mantener a raya los insectos causantes de plagas en agricultura era el uso de compuestos químicos que resultaban igualmente perjudiciales para el agricultor que los utilizaba y, a la larga, para las personas que vivían cerca.
Por eso, el descubrimiento de métodos totalmente naturales para controlar las plagas ha sido una gran noticia en el área de la agricultura. Son muchos los ejemplo, siendo la toxina Bt, de la que ya os hablamos hace tiempo, una de las más conocidas, aunque hoy os vamos a hablar de otro caso que, a pesar de no ser tan conocido como esta toxina, da lugar a resultados igualmente buenos, de modo que poco a poco su utilización comienza a expandirse por todos los campos de cultivo.
Verticillium lecanii, el hongo que termina con las plagas de insectos
Verticillium lecanii es un hongo entomopatógeno de reproducción asexual, perteneciente al orden Moniliales. Consta de diferentes cepas, que presentan un abanico muy amplio de hospedadores, aunque no actúa necesariamente como parásito obligado, ya que puede vivir también de forma saprofítica, sobre la materia orgánica seca.
En cuanto a sus esporas, pueden sobrevivir durante periodos muy largos de tiempo, tanto en la tierra como en líquidos aireados.
Mecanismo de acción de Verticillium lecanii en el control de plagas
Su capacidad para parasitar insectos lleva años siendo aprovechada por los agricultores en el control de plagas tan importantes como la mosca blanca y el pulgón, ¿pero cómo lo hacen?
Su mecanismo de acción es por contacto. En el momento que la espora entra en contacto con el insecto, se adhiere a su cutícula, activando quitinasas, lipasas y proteasas, que facilitarán su entrada a través de ella. Una vez dentro, la espora comienza a germinar, dando lugar a las hifas del hongo, que se extenderán por toda la hemolinfa de su presa.
A medida que tiene lugar la invasión, se sintetizan un gran número de compuestos tóxicos, como fenilalanina anhidra, ácido dipicolínico o ácidos hidroxicarboxílicos, que terminan por ocasionar la muerte del insecto, sin causar ningún tipo de efecto perjudicial en las hojas de la planta y tampoco en humanos, pájaros, peces o mamíferos.
Así dicho todo esto suena muy cruel, es cierto, pero no olvidemos que los pesticidas tradicionales hace exactamente lo mismo, con la diferencia de que también son contaminantes y peligrosos para nosotros; por lo que, puestos a elegir uno, este tipo de alternativas son la mejor opción.
Daos cuenta que estos procedimiento tienen lugar en la naturaleza y nosotros simplemente los usamos para el desarrollo de actividades tan necesarias como la agricultura. Ahora falta concienciar a todos los agricultores de la importancia de este tipo de alternativas; para que, algún día, podamos desechar los métodos tradicionales.
Imágenes: Naro Universidad de Hawaii