Cómo la reválida está dañando psicológicamente a nuestros hijos

Actualmente los alumnos de los últimos años de primaria y bachillerato en nuestro país se encuentran en tensión a la espera de la aprobación total de la prueba con la que tendrán que demostrar sus conocimientos una vez finalizada cada etapa.

En el caso de los alumnos de bachillerato, la eliminación de la selectividad convencional, para la que llevan preparándose desde que comenzaron el instituto, sería un grandísimo cambio, pero el hecho de llevar tantos años preparando exámenes hará que afronten mejor la solución y que, por lo general, no tenga consecuencias preocupantes a nivel psicológico.

Sin embargo, el caso de los niños de primaria es más difícil, puesto que no están acostumbrados a la presión de una prueba importante, que se considera decisiva para el futuro, de modo que puede llegar a causar problemas graves de ansiedad y depresión. Tanto es así que en Reino Unido muchos padres se han manifestado en contra de los SATs, una prueba de nivel homóloga a nuestra reválida, que sirve para evaluar el nivel de aprendizaje de los alumnos de primaria justo antes de su paso a al escuela secundaria. En España no somos tanto de quejarnos, aunque algunos progenitores ya están manifestando su desacuerdo. Y no es para menos, según las afirmaciones de algunos psicólogos.

¿En qué consiste la reválida en España?

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El pasado miércoles ya comenzó en algunas comunidades autónomas de España la prueba de nivel establecida por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). 

El examen, que consta de una serie de preguntas que analizan las destrezas del alumno en comunicación lingüística, matemáticas y ciencia y tecnología, sólo ha sido aprobado en este formato por algunas comunidades, mientras que ha habido otras, como Andalucía o la Comunidad Valenciana, que elaborarán una prueba individualizada que se ajuste al nivel de los alumnos con necesidades especiales.

Por el contrario, Cataluña, País Vasco, Canarias y Navarra han tomado la determinación de no realizar ningún tipo de prueba.

¿Pero es realmente necesario someter a niños tan pequeños a la presión de un examen de este calibre? ¿Sirve realmente para algo? Veamos qué dicen los psicólogos.

¿Cómo afecta a los niños de primaria la realización de pruebas de nivel?

Obesidad y diabetes niños

Seguramente recordareis que cuando erais pequeños necesitabais algún tipo de motivación para realizar la tarea y estudiar para los exámenes. De mayores somos conscientes de que es necesario para nuestro futuro, pero cuando somos pequeños aún no tenemos la madurez suficiente para comprenderlo.

Por este motivo, lo realmente importante es que los niños de esa edad dediquen gran parte de su tiempo de aprendizaje a conocimientos igualmente necesarios, como el medio que les rodea y las relaciones sociales, haciendo que se motiven y aprendan jugando, sin someterlos a una presión innecesaria en esa etapa.

Por otro lado, los niños son personas muy influenciables, con una personalidad que aún no ha terminado de formarse, por lo que su concepción sobre el desarrollo de pruebas de nivel dependerá en gran parte de la importancia que le den sus padres y profesores.

¿Qué dicen los psicólogos sobre los efectos de las pruebas de nivel en los niños de primaria?

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Para comprobar el efecto que tiene la realización de este tipo de pruebas sobre los niños, algunos psicólogos han hecho la prueba de preguntar sobre los exámenes a los niños durante los días previos al test.

De este modo, comprobaron que incluso dos semanas antes del día del examen, los niños comenzaban a mostrar ansiedad, que se manifestaba a través de síntomas psíquicos y fisiológicos, como temblor muscular y movimientos nerviosos.

Esto además es enormemente contraproducente, ya que los niños que mostraron este tipo de signos después obtuvieron peores resultados en las pruebas, debido a la influencia de la ansiedad sobre la capacidad para comprender las preguntas.

¿Cómo afecta el comportamiento de los padres y los profesores al estado psicológico de los niños?

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También se comprobó que los niños que observaban nerviosismo por la prueba en sus padres y sus profesores o que tuvieron algún tipo de presión por parte de ellos, por muy pequeña que fuera, mostraron mayor ansiedad.

Esto se debe a que los niños a menudo buscan la aprobación de las personas a las que consideran su modelo a seguir, por lo que temen llegar a defraudarles si no obtienen un buen resultado. Además, también tienden a magnificar las consecuencias de sus acciones, por lo que en las entrevistas realizadas por los psicólogos se dieron incluso casos de niños que aseguraban que jamás encontrarían un trabajo si no superaban la prueba de primaria.

Por otro lado, también se comprobó que la ansiedad disminuía drásticamente si los chicos tenían confianza en sí mismos; algo que, aunque puede ser innato en ellos, también puede trabajarse con los padres y los maestros.

Por lo tanto, si vuestra comunidad ha decidido llevar a cabo esta prueba y tenéis hijos o familiares en edad de examinarse no olvidéis que vosotros podéis contribuir en gran medida a que pasarla no les suponga un trauma. Al fin y al cabo, es posible que muchos de nosotros seamos incapaces de realizar la prueba a día de hoy. Y tampoco nos va tan mal, ¿no?