¿Cómo sueñan los ciegos y los sordos?
Los sueños de los ciegos y los sordos son un misterio para la mayoría de nosotros, por lo que existen varios estudios científicos al respecto.
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Los sueños y las pesadillas pueden ser la mar de variados, aunque hay algunos clásicos.
Cuando volamos, cuando nos crecen los dientes, cuando nos quedamos desnudos en mitad de la calle…. Yo personalmente tengo uno muy recurrente en el que voy andando y me caigo a cada paso, posiblemente asociado a mi torpeza natural.
De todos modos, da igual cuál sea el contenido, lo que tienen todos en común es que están cargados de luces, imágenes y sonidos. ¿Pero qué pasa con las personas que no pueden ver u oír? ¿Cómo son los sueños de los ciegos y los sordos? ¿No sueñan nada? Pensar eso no tiene sentido, ya que las zonas cerebrales que rigen nuestros sueños no tienen nada que ver con esas dos cualidades, ¿pero qué hay en sus sueños entonces?
La verdad es que es una de esas preguntas que todos nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas y que, en caso de no tener a una de estas personas en nuestro entorno más cercano, no hemos podido resolver. Por eso, hoy os lo voy a explicar en base a dos estudios científicos, uno para el caso de los ciegos y otro para los sordos.
¿Cómo son los sueños de los ciegos?
Para poder contestar a esta pregunta, en el año 2014 un grupo de científicos daneses llevó a cabo un estudio en el que participaron tres grupos de voluntarios, formados por 11 ciegos de nacimiento, 14 invidentes que habían perdido la visión después de su primer año de edad y un grupo control de 25 personas sin problemas de vista que hicieron las veces de grupo control.
Para llevar a cabo el experimento, todos ellos tuvieron que responder a un cuestionario durante cuatro semanas cada vez que dormían y recordaban un sueño. En él se les hacía todo tipo de preguntas, desde si se había tratado de una pesadilla hasta qué habían sentido, pensado o percibido durante el sueño.
Como cabía esperar, los resultados fueron muy diferentes entre grupos y, a su vez, muy reveladores. Como sabéis, cuando están despiertos los ciegos tienden a compensar la falta de visión con el resto de sentidos, por lo que son capaces de oír, oler, saborear o palpar de un modo más eficiente que el resto de nosotros.
Por eso no resulta sorprendente que ninguno de los participantes totalmente ciegos percibiese ningún estímulo visual, aunque muchos de ellos sí que aseguraron haber podido degustar, oír, oler o tocar en varios de sus sueños; algo que apenas pasó en los voluntarios del grupo control.
En cuanto a los que no eran ciegos de nacimiento, muchos de ellos sí que aseguraron haber visto imágenes durante sus sueños, aunque la probabilidad de que eso ocurriese disminuía cuanto menor era la edad en la que se había dado la ceguera. Esto ocurría también en lo referente a la percepción de estímulos asociados a otros sentidos.
Lo más curioso de todo fue que los ciegos de nacimiento fueron los que más casos de pesadillas reportaron, aunque esto cuadra perfectamente con la hipótesis evolutiva de las pesadillas, que afirman que son una especie de entrenamiento al que nos somete nuestro cerebro para estar preparados para posibles amenazas. Por eso, las personas ciegas suelen soñar que se caen o que tienen accidentes debido a su defecto de visión, de modo que estarán más alerta por si se da alguna de estas situaciones cuando estén despiertos.
¿Qué sueñan los sordos?
Como todos hemos podido comprobar, los sueños son mayormente una experiencia visual, en la que los sonidos son algo más secundario, aunque sí resulta importante la comunicación que mantenemos mientras tanto con el resto de personas que aparecen en el sueño.
Por lo tanto, cabe preguntarse cómo lo hacen los ciegos. Las caras de las personas no suelen estar muy definidas, por lo que no es fácil leer los labios, pero tampoco es probable que “oigan voces”; ya que, al no haberlo hecho nunca, no saben cómo son.
Por eso, se han llevado varios estudios al respecto, como uno de 2007 en el que se concluye que las personas incapaces de oír se comunican en sus sueños del mismo modo que cuando están despiertos, por lo que si tienden a hacerlo por lenguaje de signos utilizarán el lenguaje de signos; pero, curiosamente, sólo si la persona que aparece en el sueño conoce realmente ese modo de comunicarse en la “vida real”
Por otro lado, diversas entrevistas a sordos de diferentes edades han puesto de manifiesto un curioso factor común entre muchos de ellos, que afirman utilizar una especie de telepatía que les permite saber lo que quiere decir la otra persona sin necesidad de hablar, leer los labios o utilizar lenguaje de signos.
Nuestra mente es una coctelera que agita cada noche nuestras vivencias, nuestros miedos y cualquier otra cosa que haya quedado oculta en nuestro subconsciente, por lo que es lógico que seamos incapaces de percibir estímulos que no sabemos cómo son; pero por lo demás todos sentimos y tememos las mismas cosas, por lo que el contenido no varía demasiado.
¿Conocéis vosotros alguno de estos casos?