¿Por qué los mosquitos nos pican a unos más que a otros?
Las picaduras de mosquito son un incordio bastante mal repartido, ya que no nos pican a todos por igual. Hoy os explicamos a qué se debe.
26 mayo, 2016 20:30Noticias relacionadas
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Ahora que se acerca el verano empieza la temporada de esos seres del averno que ponen banda sonora a nuestras noches con su inquietante zumbido y adornan nuestra piel con sus picaduras.
Exactamente, estoy hablando de los mosquitos; aunque en lo referente a las picaduras no todos corremos la misma suerte, ya que parece ser que son bastante exquisitos a la hora de escoger a quién pican y a quién no.
Aunque a menudo los que solemos ser objetivo de sus picaduras tendemos a bromear con que nuestra sangre es más dulce que la del resto, lo cierto es que son otras muchas características las que nos convierten en un caramelito para estos insectos y en el artículo de hoy os voy a contar algunas de ellas.
Nuestro grupo sanguíneo, uno de los mayores atrayentes de las picaduras de mosquito
Como sabéis, aunque las consecuencias sean un verdadero incordio que poco tiene que ver, el principal objetivo de los mosquitos cuando nos pican es chupar nuestra sangre.
Y del mismo modo que los humanos somos más de Pepsi que de Coca Cola o viceversa, ellos también tienen sus preferencias, que suelen dirigirse hacia las personas de grupo sanguíneo 0. Esto se puso de manifiesto después de un estudio de 2004 en el que se analiza en qué personas tendían a posarse los mosquitos en un entorno controlado. Así, pudieron comprobar que iban hacia la sangre del grupo 0 con el doble de frecuencia que al A, mientras que el B se encontraba situado entre ambos.
Además, estos científicos también observaron que algunas personas secretan a través de la piel una señal química que indica cuál es su grupo sanguíneo y que precisamente es a éstas a las que más tienden a acercarse estos molestos insectos.
Dióxido de carbono, el gas que nos delata
Se ha comprobado que los mosquitos detectan la presencia de un individuo cargadito de sangre debido a la emisión del dióxido de carbono resultante de la respiración. Esto es posible gracias a un órgano, llamado palpo maxilar, que les permite oler el CO2 a una distancia de hasta 50 metros.
Por lo tanto, no es de extrañar que las personas mayores, que exhalan una mayor cantidad de este gas durante su respiración, sean uno de sus principales objetivos, mientras que los niños les pasan bastante más desapercibidos.
Hacer ejercicio nos aporta muchas ventajas… y algún inconveniente
Es sobradamente sabido que practicar ejercicio aporta un gran número de beneficios a nuestra salud, pero también nos entrega envueltos en un lacito a las trompas succionadoras de los mosquitos.
Esto se debe a que estos insectos se suelen sentir atraídos por el calor desprendido por el cuerpo en estas situaciones y también por algunas de las sustancias más habituales del sudor, como el ácido láctico, el ácido úrico o el amoniaco.
Probablemente os estaréis preguntando por qué me centro en el deporte si para sudar una noche de agosto no es necesario correr ninguna maratón, pero lo cierto es que el ejercicio hace que algunos de esos componentes, como el ácido láctico, se acumulen en una mayor cantidad.
Sin embargo, la genética también debe tenerse muy en cuenta en este punto, ya que no todas las personas estamos predispuestas a producir la misma cantidad de todas estas sustancias en nuestro sudor.
La influencia de las bacterias de la piel
Según otro estudio, llevado a cabo en 2.011, la presencia de ciertos tipos de bacterias en la piel nos hace más atractivos para los mosquitos. Además, precisamente por este motivo normalmente suelen picarnos en zonas muy concretas, como los tobillos o las plantas de los pies, pues es ahí donde se concentran mayores colonias de bacterias.
El súper poder de las embarazadas para atraer mosquitos
Si ya no fuese bastante incordio para una embarazada tener que cargar con una barriga enorme durante las calurosas noches de verano, las pobres también tienen que soportar las insistentes picaduras de los mosquitos.
Esto se debe a que, por lo general, exhalan un 21% más de dióxido de carbono y también a que su cuerpo desprende más calor.
La influencia de nuestra indumentaria
Los mosquitos no se basan sólo en el olor de todas las sustancias que os he mencionado para detectar a sus víctimas, sino que también se valen del sentido de la visión, pudiendo detectar más fácilmente ciertos colores como el negro, el azul o el rojo oscuro. ¿Que el rojo se lleva este verano? ¡Allá vosotros!
La cerveza, la bebida favorita de los mosquitos
Un curioso estudio de 2002 demostró cómo el consumo de un botellín de cerveza nos hace mucho más atractivos para los mosquitos. Las causas no están para nada claras, aunque se intuye que podría deberse a un aumento de la temperatura corporal o a la mayor secreción de etanol en el sudor.
La solución podría pasar entonces por dejar la cerveza a un lado, aunque del mismo modo que los mosquitos son un símbolo del verano, la época estival sin cañitas tampoco sería lo mismo, no me lo podéis negar.
Por lo tanto, parece ser que convertirse en objetivo de estos molestos animalitos va mucho más allá de tener la sangre dulce. ¿Y vosotros qué? ¿Os suelen picar los mosquitos?