Generando electricidad con agua salada y dulce

La ósmosis es uno de los procesos de la naturaleza más aprovechados por el ser humano.

Desde la conservación de alimentos hasta la cocina, el conocimiento de este fenómeno ha dado pie a un gran número de técnicas de gran utilidad.

Y una de las más recientes, a la par que necesarias, es la generación de electricidad, ya que aprovechando la ósmosis generada entre el agua dulce de los ríos y la salada del mar se puede generar electricidad de una forma limpia y barata, de modo que en un futuro podría superar a otros energías renovables como la hidroeléctrica o la solar.

¿En qué consiste la ósmosis?

osmosis

La ósmosis es el proceso por el cual en caso de haber dos fluidos con distintas concentraciones de iones separados por una membrana semipermeable, los iones viajan de la más concentrada a la menos concentrada para igualar las cantidades.

Ocurre algo similar en las células, aunque en este caso es el agua la que viaja, de modo que si la concentración de iones en el exterior de la célula es mayor que en el interior, el agua sale para igualar las concentraciones, mientras que en el caso contrario entra. 

Este proceso se usa a menudo en la conservación de alimentos por salado, ya que las bacterias presentes en el medio tienden a perder agua como respuesta a la concentración de sal, llegando a morir por deshidratación. 

¿Cómo se pueden obtener electricidad con agua salada y dulce ?

electricidad con agua salada y dulce

La obtención de electricidad con agua salada y dulce no es algo nuevo, pero el método llevado a cabo por científicos del Laboratorio EPFL de Biología a Nanoescala sí que introduce mejoras a los procesos conocidos hasta el momento, haciéndolo mucho más eficaz.

En este caso aprovechan la ósmosis lógica entre el agua dulce de los ríos y la salada del mar para provocar un trasvase de iones a través de una membrana semipermeable muy fina, de tan solo tres átomos de espesor, compuesta por disulfuro de molibdeno.

Las características de esta membrana, compuesta por poros nanométricos, permiten que los iones positivos pasen a través de ella, empujando hacia fuera la mayoría de los negativos, generando con ello una diferencia de carga que se aprovecha para producir electricidad, gracias también a los electrodos que captarán los electrones necesarios.

Factores importantes para un correcto desarrollo de la técnica

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Los investigadores, que han publicado sus resultados en Nature,  aseguran que uno de los factores más importantes para conseguir electricidad con ayuda de esta técnica es el tamaño del nanoporo, que no puede ser ni muy grande ni muy pequeño; ya que en caso de ser grande los iones negativos pasarían junto a los positivos y en caso de ser pequeño no pasarían suficientes iones.

Además, también deben cuidar que estos nanoporos sean uniformes, por lo que todavía tienen mucho que investigar.

Sin embargo, estos científicos son optimistas y calculan que gracias a esta técnica se podrían alimentar 50.000 bombillas de bajo consumo con sólo 1m² de membrana. 

El disulfuro de molibdeno es fácil y barato de conseguir y podría aprovecharse el agua de los estuarios, en los que los ríos desembocan en el mar. Además, al contrario que otras energías, como la solar, no importa si es de día o de noche, por lo que su eficacia puede ser aún mayor. Imaginad lo que supondría entonces el perfeccionamiento de esta técnica. ¡Ojalá pueda ponerse en marcha pronto!

Imagen portada: wikimedia commons