El truco para socializar que puede hacerte más feliz
Os hablamos de las small talk, una forma de socializar típica de países como Estados Unidos; que, según los psicólogos, puede hacernos más felices.
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Es increíble lo diferente que es el comportamiento de las personas según de dónde procedan.
Se dice que los españoles somos gente muy abierta y que, más concretamente, los andaluces somos de coger confianza rápido y hablar con alguien que acabamos de conocer como si fuese amigo nuestro de toda la vida. Sin embargo, en el tema de las small talk estamos bastante más atrasados.
Probablemente tan atrasados que ahora mismo os estéis preguntando de qué demonios estoy hablando. No os preocupéis, se trata de un concepto común en países como Estados Unidos, pero muy poco habitual aquí, por lo que hoy os vamos a hablar de él, no sólo para que aumentéis vuestra culturilla general, sino también para indicaros cómo ponerlas en práctica; porque, según los psicólogos, son un método infalible para socializar y mejorar el estado de ánimo.
¿Qué son las Small Talk?
Para haceros una idea sobre la definición de esta costumbre social no tenéis más que pensar en escenas de cualquier serie americana que os guste (no valen series fantásticas o históricas, así que dejad de pensar en Juego de Tronos).
Seguro que en cualquiera de estas series habréis visto alguna situación en la que dos personas totalmente desconocidas mantienen una conversación de apenas unos segundos de una manera muy fluida, como si se conociesen. Por ejemplo, imaginad que llegáis a una gasolinera y mientras el dependiente os llena el depósito os pregunta qué tal está la familia. En los sitios en los que son comunes las Small Talk, lo normal sería dar una respuesta corta, sin sentirse incómodo; ya que es algo normal, hecho con la mejor intención.
Beneficios psicológicos de las Small Talk
Según algunos psicólogos, este tipo de conversaciones fomentan las interacciones sociales, generando un aumento de la felicidad y el bienestar.
Como nos gusta recordaros siempre, los seres humanos somos animales sociales, ya que desde los inicios de nuestra especie estamos acostumbrados a interactuar con el resto de individuos que nos rodean.
Sin embargo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología han conseguido que podamos realizar sin ayuda tareas que hace años hubiesen sido impensables, por lo que nos hemos hecho mucho más individualistas, perdiendo algo que se consideraba intrínseco a nuestras especie.
Quizás el hecho de ayudarnos a mantener la conexión con esa parte de nosotros sea lo que hace las small talk tan beneficiosas, pero lo que está claro, a la luz de algunos experimentos psicológicos realizados, es que suponen un gran beneficio para nuestro estado anímico.
Esto lo confirma un experimento llevado a cabo hace dos años en la red de trenes de Chicago, en la que 50 voluntarios se dividieron en un grupo que pasó el viaje en silencio y otro que pudo mantener pequeñas conversaciones con el resto de viajeros. Curiosamente, cuando a continuación se les entrevistó sobre su estado de ánimo, aquellos que habían podido conversar se sentían mucho más felices y positivos que el resto.
Pero éste no es el único beneficio de este tipo de conductas, ya que también suponen una forma perfecta de aprender a perder la vergüenza.
En ocasiones hablar con desconocidos nos crea un bloqueo que puede ser muy perjudicial en situaciones en las que este tipo de conversaciones se hacen obligatorias, como una entrevista de trabajo o la visita a un banco para pedir un crédito, por ejemplo. Es un problema difícil de solventar de golpe, pero si poco a poco nos obligamos a acercarnos a personas que no conocemos y preguntarles cualquier trivialidad iremos cogiendo confianza para pasar sin temor a escenarios más complicados, por lo que no cabe duda de que las small talk pueden ser muy terapéuticas.
¿Cómo introducirse en el mundo de las Small Talk?
Como veis, se trata de algo muy beneficioso; aunque, al ser una práctica poco habitual en algunos países, muchos de nosotros nos sentiríamos incómodos al intentarlo. Pero como en la vida hay que ser valiente y probar cosas nuevas (siempre que sean beneficiosas para nosotros), os vamos a dar también unas pautas para que os introduzcáis en el maravilloso mundo de las Small Talk.
1. Escoged bien el escenario y el interlocutor
Podéis practicar las Small Talk en cualquier escenario; ya sea un tren, un ascensor o cualquier lugar en el que tengáis que interactuar con desconocidos; pero, sea donde sea, debéis tener en cuanta factores tan importantes como no escoger a alguien que se encuentre concentrado en ese momento, pues la intromisión puede sentarle lógicamente mal.
Sin aún así no sabéis con quién hablar, probad a buscar entre la multitud a personas que mantengan contacto visual con vosotros. Si alguien tiene la mirada perdida, sin fijarla en nadie, podría significar que está disfrutando de un momento de intimidad y que, por lo tanto, no está dispuesto a charlar en ese momento.
2. Aprended a disfrutar del silencio
Los silencios incómodos realmente sólo lo son en nuestra cabeza, por lo que debemos aprender a mantener charlas en las que los silencios no sean un signo de incomodidad, sino un elemento más de la conversación.
Esto no es sólo aplicable a las small talk, sino también a cualquier otra conversación con parejas, amigos o familiares.
Además, no sólo debéis aceptar el silencio de los demás, sino que también debéis practicarlo vosotros mismo, dejando lugar a la otra persona para decidir si quiere continuar hablando o si prefiere dejar la conversación sin interrupciones incómodas.
3. Elegid bien el tema de conversación
Esta parte depende un poco de lo atrevidos que seamos. Los psicólogos recomiendan utilizar temas neutrales, como el famoso recurso del tiempo, pues así estaremos seguros de no ofender a nadie, aunque hay a quién le gusta el riesgo y prefiere probar con temas como la política o el fútbol.
Si decidís tomar esta vía debéis tener en cuenta que no siempre os van a dar la razón y que no debéis imponer la vuestra. Las discusiones también pueden ser muy enriquecedores siempre y cuando mantengamos el respeto y la cordialidad.
Otro punto muy importante es el de no dar demasiada información. No debemos olvidar que estamos hablando con un desconocido, por lo que deberemos evitar información personal que pueda ponernos en peligro en caso de que la otra persona no sea de fiar.
4. Estad abiertos a la posibilidad de conversaciones más profundas
Aunque todo comienza como una conversación muy breve, quizás vuestro interlocutor prefiera una charla más larga y distendida. Eso no quiere decir que estéis obligados a continuarla, pero si os apetece no tiene por qué haber ningún problema.
Si esto ocurre deberéis tener en cuenta otros factores interesantes, como presentaros a vuestro interlocutor y recordar su nombre. Eso será un puntazo para vosotros, especialmente si os lo volvéis a encontrar pasado un tiempo y le demostráis que aún lo recordáis.
5. Olvidad lo que pueda pensar la otra persona
A veces nos resulta incómodo charlar con otra persona por la sensación que podamos causarles. ¿Le resulta interesante lo que digo? ¿Se estará aburriendo? ¿Estará incómodo?
No olvidéis que nadie les obliga a escucharos, por lo que algo debe interesarles la charla si continúan frente a vosotros. En el momento que consigáis dejar los miedos a un lado todo se hará más fluido.
Ahora ya tenéis todas las herramientas para salir ahí fuera y buscar a alguien con quien compartir vuestra primera small talk. Veréis que la auto confianza engancha.