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Tecnología

¿Cómo detecta la mesa de billar a la bola blanca?

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué la bola blanca de billar no sale por el mismo hueco que las demás? Hoy os damos la respuesta.

6 agosto, 2016 20:30

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La ciencia de las cosas cotidianas es algo apasionante, pues pasamos tanto tiempo con ella que no nos paramos a pensar en los mecanismo que conlleva.

Sin embargo, cuando en un momento de lucidez nos surge la pregunta en nuestra cabeza nos sentimos incompletos y no podemos seguir con nuestra vida normal hasta buscar una respuesta que nos permita dormir tranquilos.

Quizás esté exagerando un poquitín, pero tenéis que reconocerme que todos nos hemos hecho alguna vez alguna de esas preguntas que, por suerte, hoy en día podemos contestar con el simple gesto de sacar nuestro móvil del bolsillo y googlear el enigma en cuestión. Pues precisamente eso me pasó a mí el otro día jugando al billar con unos amigos, cuando todos nos preguntamos por qué la bola blanca no salía por el mismo hueco que las demás. Es posible que vosotros ya lo hayáis buscado en alguna ocasión, pero si no lo habéis hecho y ahora os ha comenzado a corroer la duda no os preocupéis, porque aquí tenéis la sencilla respuesta.

El mecanismo de la bola blanca de billar en las mesas antiguas

tronera-mesa-billar.fw_ (2)

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En las mesas antiguas de billar se optaba por el mecanismo más obvio, consistente en un tamaño levemente mayor de la bola blanca, que favorecía que no pudiese seguir el mismo camino que el resto y tuviera que pasar obligatoriamente por otro canal que la llevaría al hueco frontal, por donde  suele salir.

Sin embargo, aunque esta diferencia de tamaño era nimia (5’72 respecto a 6), podía afectar a las jugadas desarrolladas sobre la mesa, por lo que las más modernas incorporaron un nuevo mecanismo, igualmente simple, pero mucho más equitativo.

El curioso viaje de la bola blanca de billar en las mesas modernas

bola blanca (2)

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En el caso de las mesas modernas, la bola blanca pesa y mide exactamente lo mismo que el resto, pero sí que tiene una diferencia basada en una fina capa de metal depositada por debajo de la pintura.

De este modo, cuando el jugador empuja al interior de la mesa cualquiera de las bolas de color, ésta entrará en un conjunto de laberintos internos que desembocarán en el depósito final, mientras que si la que se introduce es la blanca, una serie de imanes la atraerán hacia un camino alternativo, que desembocará en la salida frontal.

Podéis visualizarlo con más claridad en este vídeo, de Science Channel, en el que lo explican con una animación en 3D.

Mola lo que se puede conseguir con la ayuda de unos pocos imanes, ¿verdad?