¿Qué es realmente el alcohol de garrafón?
Os contamos qué es realmente el famoso alcohol de garrafón, nuestra excusa predilecta para explicar borracheras y resacas,
13 agosto, 2016 12:01Noticias relacionadas
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El verano es época de chiringuitos, terracitas, discotecas y, reconozcámoslo, borracheras y resacas.
Los días largos, el buen tiempo y las vacaciones a menudo dan pie a salir y beber algunas copas de más, por lo que en ocasiones acabamos sufriendo sus consecuencias en forma de lagunas mentales, exceso de muestras de cariño y, sobre todo, mucha resaca.
Y del mismo modo que cuando éramos pequeños la culpa de nuestras malas notas la tenía que el profe nos tuviese manía, hoy en día nos encanta culpar de nuestras resacas al alcohol de garrafón; aunque, si somos rigurosos, en la mayoría de casos no tiene absolutamente nada que ver.
¿Qué es exactamente el alcohol de garrafón?
A la hora de hablar de alcohol del garrafón debemos distinguirlo previamente del alcohol adulterado, pues en realidad se trata de conceptos diferentes.
El alcohol de garrafón, como su propio nombre indica, hace referencia a los licores que se venden en garrafas o, menos concretamente, a granel, en gran cantidad.
La razón de que esté tan extendido es su precio, que sale mucho más barato a los propietarios de los bares; pues, al ser el resultado de destilaciones incompletas, poseen una calidad y una pureza mucho peor.
Sea como sea, en ningún caso resultan perjudiciales para la salud, aunque sí que es cierto que las impurezas, junto a algunos aditivos y aromatizantes usados para enmascarar el timo, pueden producir más molestias estomacales de lo normal.
Alcohol adulterado, el verdadero peligro de los bares
Muy diferente a lo explicado anteriormente es el caso del alcohol adulterado o, lo que es lo mismo, mezclado con otras sustancias.
A menudo la trampa consiste únicamente en mezclar la bebida en cuestión con agua, por lo que no conlleva ningún peligro más allá del atentado que supone para el bolsillo del consumidor, pero en otros casos el delito es mucho peor, pues puede incluso llegar a causar la muerte.
La sustancia implicada en este último caso es el alcohol metílico, ¿pero qué es exactamente este compuesto?
El alcohol que podemos encontrar en las bebidas alcohólicas es el etílico, cuyo precio podréis suponer cada vez que vais a un supermercado a comprar una botella de ron moderadamente bueno.
En cambio, el metanol, también conocido como alcohol metílico, es mucho más barato, por lo que hace más rentable su venta, pero posee la gran desventaja de afectar muy negativamente a la salud de quién lo toma, causándole síntomas que, según la dosis, pueden ir desde náuseas y mareos hasta la muerte.
Además, también puede dañar el nervio óptico, causando una ceguera irreversible.
Entonces, ¿es el alcohol de garrafón tan habitual como parece?
El primer tipo de garrafón que hemos visto sí que es bastante habitual, pero al no tratarse de una conducta ilegal no hay manera de pararlo.
En cuanto a lo segundo, regularmente se hacen inspecciones en los establecimientos autorizados para vender este tipo de bebidas con el fin de evitar la adulteración, que sí que está duramente castigada por ley, por lo que en principio no hay que temer que ocurra.
De hecho, según las últimas estadísticas sólo un 1% de los procesos de inspección llevados a cabo en España han resultado en una adulteración considerada ilegal.
Por lo tanto, parece ser que esta vez el profe no nos tiene manía, sino que somos nosotros los que nos empeñamos en pasar noches de fiesta y mañanas de resaca. Habrá que buscarse otra excusa.