No tomar el sol puede ser tan malo como quemarte
Os damos una lista de ventajas de tomar el Sol que os demostrarán que no tomarlo es tan malo como abusar de las exposiciones solares sin protección.
19 agosto, 2016 20:05Noticias relacionadas
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Ahora que en el hemisferio norte de la Tierra estamos en verano, estamos hartos de ver por todas partes campañas de prevención del cáncer de piel en las que se cuentan los peligros de tomar el Sol sin protección.
Es cierto que las radiaciones ultravioleta procedentes del Sol pueden llegar a matarnos si no nos protegemos correctamente de ellas, pero eso no quiere decir que la solución adecuada sea huir del astro rey, pues no exponernos nunca a su luz también puede matarnos.
Os hemos hablado muchísimas veces de la importancia de la dosis: beber poca agua puede ser letal, pero abusar de ella también; una copita de vino puede ser beneficiosa para nuestra salud, pero tomar demasiado alcohol supone consecuencias terribles; y así os podría dar muchos ejemplos más. Por eso, hoy vamos a ver cuáles son las ventajas de tomar el sol de forma regular, pero con la debida precaución.
La vitamina D, el mayor regalo de la luz del Sol
La gran mayoría de las ventajas de tomar el sol se asocian a la producción de vitamina D, una sustancia que, como sabéis, es esencial para el correcto crecimiento de los huesos, ya que se encarga de que el calcio llegue hasta ellos.
Existen dos tipos de esta vitamina, conocidos como D2 y D3 y, aunque ambas pueden encontrarse de forma natural en algunos alimentos, como la leche, las cantidades en ellos son mínimas, por lo que es necesario recurrir a su segunda vía de entrada, en la que la luz del Sol juega un papel muy importante.
Esto se debe a su proceso de síntesis a partir del colesterol, que después de varias modificaciones y de someterse al efecto de las radiaciones ultravioleta pasa a transformarse en D3, que tras sufrir unas pocas transformaciones más pasará a la forma activa que tantos beneficios aporta a nuestra salud.
Se ha comprobado que los niveles bajos de esta vitamina en el organismo derivan en afecciones como el raquitismo o algunos tipos de cáncer y que, además, ocasionan fallos en la respuesta inmunológica.
Por lo tanto, quedan claras algunas de las ventajas de tomar el Sol, pero veamos cuáles son las más importantes.
Ventajas de tomar el sol
Protección contra el cáncer
Como os decía, el déficit de vitamina D puede derivar en la contracción de ciertos tipos de cáncer, algo que se puede observar en los países escandinavos, en los que la incidencia de algunos tipos de cáncer, como el de próstata, el de mama o el de pulmón, es mucho más alta que en otras regiones de planeta en las que el número de horas de exposición a la luz del Sol es mucho mayor.
Mejora de la salud cardiovascular
Aunque en verano a veces aumentan los problemas cardiovasculares con motivo del incremento del número de comilonas, borracheras y otros excesos, si nos centramos sólo en los efectos del Sol, debería ser una época muy favorable, ya que las radiaciones ultravioleta B (UVB) son muy beneficiosas en este aspecto.
Esto se debe a que, por un lado, se genera una dilatación de los vasos sanguíneos que favorecerá una mejor circulación de la sangre y, con ello, una disminución de la presión arterial.
Por otro lado, la conversión a vitamina D cursa con una mejor metabolización del colesterol, disminuyendo los problemas derivados de su acumulación.
Fortalece el sistema inmune
Si un deterioro de los niveles de vitamina D deriva en un aumento de las probabilidad de padecer infecciones es precisamente porque una de las funciones asociadas a esta sustancia es el fortalecimiento del sistema inmunológico, debido a un incremento de los niveles de glóbulos blancos en la sangre.
Mejora la salud de la piel
Aunque está claro que si no nos protegemos correctamente acabaremos padeciendo quemaduras solares e incluso se podrá desencadenar un melanoma con el tiempo, se ha comprobado que las exposiciones moderadas a la luz del sol tienen un efecto muy beneficioso en el tratamiento del acné, la psoriasis y otras enfermedades dermatológicas, algo que además se complementa genial con el contacto con el agua del mar.
Actúa positivamente sobre el estado de ánimo
Seguro que alguna vez habéis escuchado que los países en los que las horas de Sol son mínimas son muchos más frecuentes los casos de depresiones, e incluso también tienen un mayor número de suicidios al año.
Esto se debe a los efectos que tiene sobre el Sol sobre la salud mental, ya que los rayos ultravioleta estimulan la producción de serotonina y endorfinas, conocidas por ser sustancias asociadas a la felicidad y el bienestar.
Como consecuencia, se puede decir que tomar el Sol es el mejor de los antidepresivos y, además, ayuda a dormir mejor, ya que la luz del astro rey actúa positivamente sobre la secreción de melatonina; que, como sabéis, está relacionada con el correcto funcionamiento de los ciclos circadianos de sueño-vigilia.
Y si tiene un papel positivo en nuestra salud y en nuestro estado de ánimo, no debería extrañarnos el poder tan beneficioso que la luz del Sol tiene también sobre nuestra vida sexual, mediada además por la producción de testosterona, que también se relaciona con la exposición solar.
Actúa positivamente sobre el desarrollo de la esclerosis múltiple
Tradicionalmente se ha observado que las regiones de planeta con menos horas diarias de exposición a la luz del Sol tienen una mayor tasa de casos de esclerosis múltiple, por lo que se sabe que debe haber alguna relación entre ambas cuestiones.
Como casi todos los beneficios que aportan las radiaciones ultravioleta a nuestro organismo se encuentran vinculados con la vitamina D, hasta hace poco se pensaba que la causa de esta relación residía en ella, pero un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Wisconsin puso de manifiesto que no parece haber una correlación entre la mejoría de la enfermedad y los niveles de esta sustancia, aunque parece innegable que el Sol interviene de algún modo en el proceso.
Hasta el momento no se conocen las causas de este hecho concreto, pero la verdad es que viendo todo lo demás sobran los motivos para tomar un poquito de Sol cada vez que sea posible. Eso sí, siempre con precaución y sin pasarnos. Tampoco queremos que sea peor el remedio que la enfermedad, ¿verdad?