Para arreglar el ritmo cardíaco, nada de chispazos, con una luz roja basta
Arreglar el ritmo cardíaco puede ser complicado. En ocasiones se necesita un "chispazo" para volver a la normalidad. La luz roja podría cambiarlo todo.
13 septiembre, 2016 18:02Noticias relacionadas
En ocasiones nuestro corazón tiene problemas para latir. Y no, no implica estar muerto, sino simplemente no tener un ritmo adecuado.
Arreglar el ritmo cardíaco, es decir, arreglar lo que llamamos una “arritmia cardíaca” puede ser complicado. Típicamente en las películas podemos ver como alguien grita “apartaos todos” y de repente le pega un buen chispazo al individuo que ha entrado en parada cardíaca. En realidad esto es la última opción, pues normalmente intentamos solucionar el problema primero con medicación. Y sino, pues nada, un buen chispazo puede salvar muchas vidas.
Pero, ¿y si se pudiese arreglar el ritmo cardíaco evitando estas descargas cardíacas? ¿y si pudiésemos devolver el latido de una persona a su ritmo habitual sin ocasionarle quemazones ni posibles dolores tras el conocido chispazo?
Arreglar el ritmo cardíaco con luz roja: No es una broma, es real
Pues bien. Algo así deben haber pensado los investigadores de la Universidad Johns Hopkins liderados por la profesora de ingeniería biomédica Natalia Trayanova. Y es que este grupo de científicos cree que es posible sustituir las descargas eléctricas por, ¡ojo!, luz roja.
De momento ya ha sido posible arreglar el ritmo cardíaco con luz roja en pruebas con animales, y también sobre un modelo informático de un corazón humano.
Como algunos podréis imaginar, este método tan futurista tiene truco, y ese truco se llama optogenética. En dicho campo científico, lo que se hace es incrustar proteínas sensibles a la luz en el tejido vivo, y por eso la luz puede hacer milagros, como evitar arritmias cardíacas potencialmente mortales.
Cómo la luz roja puede evitar la muerte por arritmias cardíacas
La primera vez que se usó la luz para alterar los latidos del corazón fue en Alemania, gracias a un equipo de investigadores de la Universidad de Bonn. En aquella ocasión, según el Journal of Clinical Investigation, se rediseñaron las células del corazón de unos ratones mediante ingeniería genética para que fuesen sensibles a la luz. Posteriormente, cuando se aplicó luz sobre sus corazones tan solo un segundo, se consiguió arreglar el ritmo cardíaco sin mayores complicaciones.
Esta vez, para comprobar si la técnica podría ayudar algún día a los seres humanos, los investigadores de la Universidad Johns Hopkins usaron un modelo informático gracias a imágenes de resonancia magnética de un paciente en riesgo de arritmia.
Según sus resultados, la luz roja podría arreglar el ritmo cardíaco en un paciente humano, aunque la técnica debería ser ajustada. La luz roja usada en los ratones de Alemania sería poco potente, pero podría valer usando una longitud de onda más larga.
Evidentemente será necesaria más investigación al respecto antes de hacer de este método algo común y llegar, algún día, a dejar de necesitar los chispazos para salvar vidas. Los científicos creen que como mínimo deberíamos esperar entre cinco y diez años para poder ver completamente desarrollados los “desfibriladores ópticos”.