5 lugares en los que hay más microbios de los que crees
Sí, en los baños públicos seguro que hay muchos microbios, ¿pero creéis que es el único sitio? Pues atentos a este artículo, pues puede que os sorprenda.
20 septiembre, 2016 20:09Noticias relacionadas
- India lanza la misión que le puede convertir en el cuarto país en llegar a la Luna
- Tu nuevo fondo de pantalla ha sido posible gracias a una vela solar
- Duro como una piedra o blando como la gelatina: este material dinámico cambia con la iluminación
- Esta lengua electrónica puede "probar" y analizar líquidos en solo un minuto
Que los baños públicos son lugares cargados de microbios es algo sobradamente conocido, pero puede que os sorprendan los sitios tan curiosos en los que podéis encontrar la misma cantidad de ellos, o incluso más.
Hoy vamos a ver una lista con algunos de estos ejemplos, para que veáis que no tiene por qué tratarse necesariamente de objetos o emplazamientos que se vean sucios a simple vista.
Y es que, si bien es cierto que lavarnos nos limpia de un gran número de microorganismos, aún estando recién salidos de la ducha seguimos teniendo hasta 6.000 de ellos pululando por nuestra piel, por lo que, si tenemos en cuenta también los que salen de otras partes de nuestro cuerpo como la boca o la nariz, las personas podemos considerarnos verdaderos manantiales de microbios. Y claro, pasamos por tantos sitios que al final los dejamos por todas partes.
Lugares en los que hay muchos microbios
1. El carrito de los supermercados
¿Quién no ha sido pequeño y ha pedido subirse al carrito para pasearse de un lado a otro del supermercado? Desde ahí arriba nos sentíamos poderosos, casi tan altos como los mayores y, para colmo, podíamos echarle el ojo tranquilamente a todas las estanterías sin invertir esfuerzo en andar.
Y precisamente las manos de los niños; que, como sabéis, no son las más limpias del mundo, son en parte las grandes culpables de convertir los carritos en ecosistemas perfectos para microbios. También intervienen otros factores como los animales con los que puedan estar en contacto en los estacionamientos al aire libre; pero, sea por lo que sea, el caso es que se ha detectado una gran presencia de bacterias coliformes en hasta un 72% de los carritos de supermercado.
2. Flautas, trompetas y otros instrumentos de viento
Vale, hablamos de instrumentos que están continuamente en contacto con nuestra saliva, por lo que no os extrañará que supongan un gran reservorio de microorganismos; ¿pero conocéis las grandes cantidades que pueden alcanzar?
Pues, según investigadores de la Universidad de Oklahoma, hasta 442 tipos de bacterias, 58 de hongos y 19 de levaduras.
3. La alcachofa de la ducha
Si a nosotros no hay nada que nos guste más después de un duro y frío día de trabajo que pasar una hora bajo la ducha sin pensar en nada más que el placer de sentir el agua caliente sobre nuestra piel, los microbios no iban a ser menos, por lo que en 2009 un equipo de investigadores estadounidenses llevó a cabo un estudio en el que se analizaba su presencia en la alcachofa de las duchas de los hogares estadounidenses.
Como esperaban, una de cada cinco de las duchas estudiadas contenían algunas bacterias patógenas con motivo de la humedad y la temperatura y, si bien no tienen por qué ocasionar ningún daño a personas sanas, podrían haber sido peligrosas para personas inmunodeprimidas. Por eso, cuando os obsesionéis con mantener el inodoro limpio de inquilinos microscópicos, no olvidéis hacer lo mismo con la alcachofa.
4. Dinero
Y si hay algo que puede pasar diariamente por decenas de manos es el dinero, pues disfrutamos del mismo modo ganándolo que gastándolo, aunque en este último caso sólo lo hagamos en algunas ocasiones.
Por eso, volviendo a que, por muy limpias que estén, nuestras manos rara vez están totalmente limpias de microbios, tanto monedas como billetes acumulan cada vez más y más, que no tienen por qué causar ninguna enfermedad, pues son totalmente benignos en la inmensa mayoría de las ocasiones.
5. Las oficinas
Sí, los microbios también van a la oficina. Al menos así lo demuestra un estudio de la empresa Kimberly-Clark Professional, que comprobó que los teclados y las puertas de los microondas de varias oficinas estudiadas tenían una cantidad de evidencias de presencia de microorganismos mayor que las de los inodoros.
De todos modos, aunque los microbios estén en todas partes, no debéis preocuparos, pues en la mayoría de ocasiones son totalmente inocuos. Al fin y al cabo, albergamos a muchos de ellos en nuestro interior y por lo general no nos hacen ningún daño.