La Isla de Basura, una pesadilla para los ecosistemas marinos
Hoy hablamos de la Isla de Basura, una mancha de más de 700.000 kilómetros cuadrados de desechos, acumulados por las corrientes del Pacífico Norte.
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La contaminación en los océanos es un problema muy serio, que está afectando peligrosamente a la fauna y la flora que vive en ellos.
Por ese motivo, son muchas las campañas de concienciación que pretenden hacer entender a los seres humanos la importancia de evitar que muchos de nuestros desechos lleguen al mar, especialmente cuando se trata de plásticos y otros materiales difícilmente degradables.
Aún así, parece que no somos conscientes del problema hasta que lo vemos, por lo que un simple vistazo a la isla de la basura podría servir para dar un golpe de efecto a estas campañas, pues resulta lamentable comprobar cómo los desechos marinos han podido acumularse hasta el punto de formar una verdadera isla, que permanece estable flotando en mitad del Pacífico Norte.
La Isla de Basura, cuando la contaminación desafió a la geografía
Todos recordamos cuando en la escuela primaria estudiábamos las islas como zonas de tierra firme rodeadas de agua por todas partes. ¿Quién nos iba a decir que la tierra no era un componente esencial en la definición?
De hecho, cuando muchos de nosotros éramos pequeños, la isla de basura ya había sido descubierta, pues se mencionó por primera vez en 1988, en una edición de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), en la que se hablaba de una serie de análisis de las aguas del Pacífico Norte, realizadas entre 1985 y 1988, que concluían que en dicha zona las corrientes oceánicas estaban llevando a una acumulación inusual de plásticos y otros tipos de desechos.
Poco después comenzaron los testimonios de marineros como el capitán Charles Moore, que después de una expedición a esta zona del Pacífico dio la voz de alarma sobre una mancha de basura, situada en un vórtice, creado por las corrientes del océano.
Se desconoce su tamaño exacto, aunque se cree que se oscila entre los 700.000 y los 1’5 millones de kilómetros cuadrados, pudiendo albergar millones de toneladas de basura, procedente tanto de tierra firme como de la cubierta de los barcos que navegan por la zona.
El futuro de la Isla de Basura
No es necesario ser un experto en oceanografía para saber que esta masa de basura; que a pesar de su aspecto gigante está compuesta principalmente por partículas minúsculas de plástico, supone un grave peligro para los ecosistemas oceánicos.
No sólo los grandes plásticos, que atragantan a los animales que los confunden con comida, resultan peligrosos, pues los trozos más pequeños también pueden conllevar un gran riesgo, por su toxicidad.
Además, el plástico también favorece la colonización de especies invasivas, que se adhieren a su superficie, desplazando a los miembros habituales del ecosistema.
el plástico también favorece la colonización de especies invasivas
Por este motivo, y porque se calcula que para 2050 en esta zona ya habrá más plásticos que peces, para 2.020 se ha diseñado un plan, consistente en la colocación en los océanos (no sólo en esta zona) de pantallas que se adhieren al plástico, sin interferir en la vida de los seres que allí habitan.
Los desechos recogidos se enviarán después de vuelta a tierra firme, dónde serán reciclados, dándoles una vida útil, muy lejos de dañar los ecosistemas marinos. Ojalá pronto esta Isla pueda pasar de los libros de geografía a los de historia.