Como las algas pueden empeorar el calentamiento global
La relación entre algas y deshielo es más clara de lo que parece; como exponen los científicos del proyecto Black and Bloom, recientemente iniciado.
22 noviembre, 2016 20:31Noticias relacionadas
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Que conste que ni este artículo ni el proyecto en el que se basa pretenden quitarnos a los humanos nuestra inmensa parte de culpa en el calentamiento global.
Pero sí, el título es correcto, parece ser que las algas tienen también algo que ver en que el hielo se derrita a una velocidad vertiginosa que empieza a ser bastante preocupante.
Al menos eso es lo que aseguran los investigadores responsables de un proyecto de cuatro años llevado a cabo por científicos de varias Universidades de Reino Unido, que pone de manifiesto cómo las algas, las bacterias y otros seres vivos y partículas que se encuentran en torno a la capa de hielo de Groenlandia están contribuyendo a que se derrita a pasos agigantados, haciendo que aumente enormemente el nivel del mar.
¿Cuál es la relación entre algas y deshielo?
Como sabéis, cuanto más oscuro es un color, más tiende a absorber la luz solar; de ahí que no sea una buena idea pasearse vestido de negro por Sevilla en el mes de agosto.
Esto tiene muchas aplicaciones en la vida real, como pintar las casas de blanco para que la temperatura en el interior sea más fresca, pero también sirve para entender ciertos procesos naturales, como el deshielo de los casquetes polares.
Un gran ejemplo es el de la capa de hielo de Groenlandia, una superficie helada tres veces más grande de Texas, que en los últimos años se ha derretido a gran velocidad, haciéndola el escenario perfecto para el proyecto Black and Bloom, que ha sido lanzado este año con el fin de comprobar cómo algas, bacterias y partículas contribuyen a la generación de cambios en la reflectividad del hielo, también conocida como albedo.
Y es que, centrándonos en el caso de las algas, sus floraciones poseen un color verdoso oscuro, en algunas ocasiones casi negro, que tiende a captar grandes cantidades de luz solar, provocando un aumento de temperatura en el hielo, que se derrite de un modo preocupante.
En las expediciones que realizarán durante los próximos cuatro años tomarán muestras y harán análisis exhaustivos que permitan predecir si estos procesos naturales contribuyen de forma notable al calentamiento global o si, por lo contrario, no es más que un detalle curioso e inofensivo. Además, si se da el primer caso, tratarían de buscar un modo de solucionarlo. Eso sí, mientras tanto, y como decíamos al principio, no debemos olvidar nuestra parte de culpa y poner nuestro granito de arena para solventarlo. Todo sea por no cargarnos el planeta en el que vivirán nuestros hijos.
Imagen algas y deshielo: National Geographic