El triste camino del guepardo hacia la extinción

Algunos animales son tan sumamente peculiares y entrañables que resulta imposible imaginar un mundo sin ellos.

Un gran ejemplo es el del oso panda, del que, afortunadamente, hemos tenido buenas noticias este año, pues parece ser que los esfuerzos por su conservación han comenzado a dar frutos a través del notable aumento de ejemplares que ha tenido su población.

Sin embargo, otras especies están corriendo peor suerte, ya que los últimos datos apuntan hacia un camino cada vez más rápido hacia su desaparición. Hace poco conocíamos la noticia de la jirafa, que ha sido declarada oficialmente en peligro de extinción, y más recientemente llegaba un nuevo mazazo con el caso del guepardo (Acinonyx jubatus), pues ni siquiera ser el mamífero más veloz sobre la faz de la Tierra le ha librado de poner sus patas en esta terrible lista.

Así es, la extinción del guepardo se acerca peligrosamente

guepardo

Un estudio publicado recientemente en PNAS por investigadores de la Sociedad Zoológica de Londres, Panthera y la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre ha hecho sonar las alarmas en torno al estado de conservación del guepardo, pues las cifras que recoge sobre su población no son nada esperanzadoras.

Según estos datos, en los últimos 16 años la especie ha sufrido un grave declive, pues su población mundial se ha situado en los 7.100 ejemplares, con casos especialmente duros, como el de Zimbawe, en el que se ha pasado de 1.200 a 170 animales vivos, o el de Asia, en la que ya sólo queda un pequeño grupo de 50 guepardos en Irán.

Las causas de este deterioro poblacional parecen deberse a su captura para uso como mascota, la amenaza constante de su hábitat y al hecho de que este animal vive en espacios muy grandes, haciendo muy difícil recogerlos en reservas.

Además, la caza incontrolada también ha disminuido la población de las especies de las que se alimenta, haciendo muy complicada su supervivencia.

Nuevas estrategias para evitar la extinción del guepardo

guepardos

Por todo lo mencionado, los responsables del estudio solicitan a la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza que cambie el estado del guepardo en su lista roja, pasándola de animal vulnerable a especie amenazada.

Pero eso no es todo, pues también pretenden cambiar la estrategia utilizada hasta el momento para su conservación. Está claro que es imposible confinar al animal en reservas, teniendo en cuenta que su necesidad de vivir en espacios amplios les lleva a salirse continuamente de los límites protegidos.

Por eso, la mejor opción es ofrecer incentivos económicos a las comunidades locales, para que pongan su granito de arena en la protección del animal. Sin duda es una gran estrategia, similar a cuando de pequeños nos hacíamos amigos del malote del colegio para evitar que los demás se metieran con nosotros.

Ojalá este cambio de enfoque detenga este inevitable camino hacia la extinción del guepardo; pues, de no hacerlo, podría ser su última carrera.